Áncash suma esfuerzos para sacudirse de la corrupción

Semanas atrás, en febrero, una poco nutrida marcha de protesta recorrió algunas calles de Chimbote para pedir a la justicia la liberación de líderes sindicales actualmente presos por su participación en la red de corrupción del ex presidente regional César Álvarez.

En particular, exigían la liberación de Víctor López Padilla, ex secretario general de construcción civil y, desde setiembre del 2012, presidente del Frente de Defensa de la Provincia del Santa. Desde estos cargos paralelos, López Mantuvo un estrecho vínculo con Álvarez. Entre ambos la relación era recíproca: Álvarez los favorecía con puestos de trabajo, y a cambio tenía en el frente de defensa a una ‘portátil’ permanente. Álvarez sabía que manejando este gremio y este frente, tenía en sus manos un poder casi total.

A mediados de mayo, López Padilla fue detenido. Desde entonces, el gremio de construcción civil perdió casi todo el protagonismo que había logrado. En los últimos meses, antiguos dirigentes, muchos de ellos del entorno del asesinado Ezequiel Nolasco, han intentado reconstruir las bases del sindicato. 

Con la caída de Padilla también se diluyó el frente de defensa. La sociedad civil ancashina perdió la que, en su buena época, fuera su organización más representativa. Hasta que hace dos semanas, diversas asociaciones y federaciones decidieron refundarlo. Ahora la preside Carlos Paredes, un agricultor y hombre de negocios que tiene la difícil misión de recuperar espacios perdidos. “Las anteriores autoridades, dominadas por el entorno de Álvarez, nos tuvieron marginados. Las voces de oposición eran silenciadas. Todos estábamos vetados”, cuenta Paredes.

El frente de defensa no solo ha cambiado de cabezas, sino también de orientación. Agrega Paredes: “Ahora buscamos un sentido no solo político, sino económico. Queremos que esta región desarrolle una visión que no ha tenido en los últimos años”. Un nuevo frente de la sociedad civil ancashina es el primer paso para un eventual cambio. 

NUEVAS CARAS POLÍTICAS

Javier Estrada es una de las personas que ha vivido en primera persona los años más difíciles de la región Áncash. Primero fue abogado de Ezequiel Nolasco, a quien asesoró en diversos temas, entre ellos el proceso judicial que inició por el atentado que sufrió el 2010, en el que murió su hijastro, Carlos Torres Blas. Dejó de trabajar con Nolasco poco antes de que este fuera asesinado hace un año.

Antes de ello fue uno de los fiscales que intervino ‘La Centralita’, una vivienda en Chimbote desde donde la red de Álvarez movía sus tentáculos. Luego fue destituido por las presiones que el presidente regional tenía en todo el aparato judicial local. Eso ocurrió el 2011. Años después, en enero del 2015, juró como regidor en la Municipalidad del Santa. Alejado del mundo de las leyes, en estas últimas semanas fundó el Movimiento Independiente Recuperemos Áncash (MIRA). Es el primer movimiento creado desde los días más críticos que vivió esta región.

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