Llegar de Pucallpa a Iquitos puede hoy tomar más de cinco días. Con la hidrovía, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones espera reducir los tiempos de navegación en un 30% (Foto: archivo)
Llegar de Pucallpa a Iquitos puede hoy tomar más de cinco días. Con la hidrovía, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones espera reducir los tiempos de navegación en un 30% (Foto: archivo)
Jorge Falen

Los ríos mueven a la selva. Debido a la falta de carreteras y a la inexistencia de vías férreas, el 90% de los pasajeros y carga de la Amazonía peruana se traslada a través de 6 mil kilómetros de cauces. No obstante, la Marina de Guerra del Perú advierte que más del 50% de ese transporte se da en embarcaciones precarias como ‘peque peques’, en las que impera la informalidad.

Además del desorden del transporte, la navegación por los ríos de la selva es irregular y mal equipada. Hay pocas mediciones sobre el nivel de los ríos y escasa señalización. En las zonas críticas –conocidas como malos pasos– el lecho es tan poco profundo que las embarcaciones se suelen atascar.

Para mejorar la conectividad y permitir que embarcaciones de mayor envergadura circulen por la selva, Pro Inversión entregó en setiembre la concesión del proyecto hidrovía amazónica. El objetivo es claro: permitir la navegabilidad durante 24 horas, y todo el año, en 2.684 kilómetros de los ríos Huallaga, Marañón, Ucayali y Amazonas, los más importantes del nororiente.

Según lo acordado, la empresa Concesionaria Hidrovía Amazónica –integrada por la compañía china Synohydro y la peruana Construcción y Administración SA– ejecutará obras de dragado (limpieza de rocas y sedimento) que garanticen profundidad y ancho de navegación en varios tramos críticos y en el acceso al puerto de Iquitos. Además, limpiará permanentemente las quirumas, como se les llama a los troncos en el lecho del canal.

La concesionaria también instalará estaciones de monitoreo en tiempo real de la circulación de embarcaciones. La puesta en marcha de la hidrovía se estima para el 2021.

De acuerdo con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, por el circuito fluvial concesionado –que tiene una extensión mayor a la de la carretera Panamericana– transitan hoy 3,7 millones de toneladas de carga y más de 230 mil pasajeros al año. Cuando opere la hidrovía, se espera reducir los tiempos de viaje en un 30%. Hoy, el transporte en río desde Pucallpa a Iquitos, por ejemplo, toma más de 5 días.

—Vía estratégica—
Con la mejora de la conectividad, el Gobierno espera dar una importancia estratégica a Loreto y Ucayali. La hidrovía amazónica es parte del Eje Multimodal Norte, que conecta la costa norte del Perú con Acre, en Brasil, cuya economía supera los US$30 mil millones, cifra equivalente al 16% del PBI nacional.

“A diferencia de una carretera, la hidrovía es un proyecto más barato y sostenible. Por el río Ucayali [que tiene poca profundidad en ciertos tramos y meses] transita el 75% de la carga que llega a Iquitos”, dijo Sergio Barcia, presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Loreto.

Barcia añade que el aumento del comercio beneficiará a las exportaciones regionales, que el año pasado alcanzaron US$18,2 millones (54% menos respecto al 2015) golpeadas principalmente por las menores ventas de madera. Además de los productos forestales, la piscicultura, las reservas de hidrocarburos y la agroindustria configuran el potencial productivo loretano.

Los beneficios de la hidrovía también se extenderían a Yurimaguas, la segunda ciudad más importante de Loreto y que alberga el terminal portuario más grande de la selva, cuyas operaciones se iniciaron a mediados de diciembre pasado. Sin embargo, el flujo comercial que genera –concebido para mover carga internacional proveniente de Brasil– aún no alcanza su máximo potencial por la falta de la hidrovía.

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