Caída de huaicos en los últimos días causan grandes polvaredas
Caída de huaicos en los últimos días causan grandes polvaredas
Redacción EC

El denominado Niño costero no da tregua al país: el número de damnificados alcanzó los 100.169 en todo el territorio nacional, según el último reporte del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN). En tanto, el fenómeno va dejando 75 fallecidos y más de 627.000 personas afectadas.

Las fuertes lluvias continuaron ayer en La Libertad, Piura, Ica y Lambayeque. En Loreto, las lluvias provocaron que el río Amazonas aumentara su nivel un metro más de altura de lo que normalmente alcanza en esta época del año, por lo que está a punto de desbordarse, informó el Senamhi.

Tras los huaicos, polvo

No obstante, al inclemente temporal se suman ahora las grandes polvaredas a consecuencia de los huaicos que cayeron en los últimos días. En Trujillo, la población ha optado por usar mascarillas debido a la gran cantidad de polvo que se levanta en las calles, luego de que seis deslizamientos afectaran la ciudad y el Centro Histórico.

“El polvo sale de ese barro que se ha pegado en las veredas y pistas, y trae mucha suciedad y contaminación [que pueden provocar problemas respiratorios]”, refirió la subgerenta de Salud de la Municipalidad Provincial de Trujillo, Liriola Alayo.

En Lima, se reportó también un problema con el polvo producto de los huaicos en la zona del Malecón Checa y el puente Huaycoloro, en San Juan de Lurigancho.

Problema sanitario

El Ministerio de Salud descartó ayer la presencia de casos de ántrax en la población a consecuencia de las lluvias registradas en Piura, luego de que el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) confirmara que dos ganaderos habían contraído la infección en febrero de este año.

“Hubo casos en el ganado hasta antes de las lluvias que derivaron en dos casos confirmados en humanos. Desde hace un mes y medio, no ha habido ningún caso”, explicó Silvia Pessah Eljay, viceministra de Salud Pública.

No obstante, sí existe un problema sanitario referente al dengue, cuyos casos ascienden a 246 solo en Piura y que ayer cobró una víctima mortal en Tumán (Chiclayo); y a la leptospirosis (enfermedad que provoca fiebre y dolor muscular), de la cual se han reportado 31 casos en la misma región y otros 26 en Lambayeque. Ambas infecciones están directamente relacionadas con el agua estancada de las lluvias.

Vías afectadas

El ministro de Transportes y Comunicaciones, Martín Vizcarra, señaló ayer que la Carretera Central no será cerrada totalmente, ya que se priorizará el tránsito de vehículos de carga y de transporte masivo de pasajeros. La vía solo será restringida para los vehículos menores.

En tanto, se reportó el desborde de la quebrada Yecala en Piura, que destruyó un tramo de 120 metros de la vía Interoceánica que conecta esta ciudad con Chiclayo, a través de Olmos, y otras localidades de la zona nororiental del país (Bagua, Amazonas y Tarapoto).

Sobre la reconstrucción de la infraestructura afectada, el presidente Pedro Pablo Kuczynski anunció que designará a un zar cuando los desastres ocasionados por las lluvias dejen de ocurrir. “Será en diez o quince días. No lo sabemos”, dijo.

El agua es prioridad en los centros de acopio del país

Cientos de voluntarios y miembros del Ejército pasan sus días seleccionando la gran cantidad de ayuda que llega al centro de clasificación instalado en el coliseo cerrado de Chosica.

Con sumo cuidado y paciencia se arman uno a uno los paquetes que contienen agua, conservas, arroz y artículos de limpieza, en las bolsas negras con productos para adultos y bolsas rojas para niños, estas últimas además contienen pañales.

“Estamos aprendiendo sobre la marcha cómo podemos maximizar la ayuda que nos llega. Por ejemplo, las galletas las entregamos en la mano pues se pulverizarían si las colocamos dentro de los paquetes”, cuenta Tábata Vivanco, secretaria general del Ministerio de Energía y Minas, y encargada del pequeño ejército de voluntarios que trabaja sin descanso armando bolsas, clasificando alimentos y verificando con extremo cuidado la fecha de vencimiento de las conservas.

Solo durante el último fin de semana se repartieron 8,5 toneladas de ayuda para los damnificados de Santa Eulalia, Chosica y distintas zonas de Huarochirí que fue recolectada en el Jockey Plaza.

“Agradecemos todas las donaciones, pero lo que más se necesita en este momento es agua y alimentos no perecibles. Las zonas afectadas no tienen agua ni luz, y son zonas en las que los camiones-cisterna a veces no llegan”, enfatizó Vivanco.

Entre el domingo y el lunes se entregó ayuda en zonas que quedaron incomunicadas desde la madrugada del viernes por el elevado caudal del río Rímac.

La ayuda salió del coliseo hasta la zona de Cantagallo. Solo en este asentamiento 50 personas perdieron sus casas, una de ellas, Ernesto Huallanay López, aseguró que nunca en los 40 años que vive en el lugar el Rímac había estado tan alto, pero la fuerza de las aguas se trajo abajo un muro de contención que no sirvió para evitar la caída de la casa de Ernesto y sus vecinos.

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