Desde el lunes por la noche, un grupo de feligreses -principalmente mujeres- mantiene tomada la parroquia La Recoleta en Cajamarca, pues rechazan que el Obispado haya cambiado al ahora ex párroco Pedro Cáceda.
El responsable del área de Comunicaciones del Obispado de Cajamarca, padre Juan Carlos Pérez, indicó a El Comercio que son unas cincuenta personas las que evitan actividades en el recinto religioso y ni si quiera no han permitido ni el ingreso del nuevo párroco, Pedro Terán.
De acuerdo a Pérez, el obispo de Cajamarca, monseñor José Carmelo Martínez Lázaro, conversó desde enero con el padre Cáceda sobre su cambio a la parroquia Divina Misericordia, que se ubica en la periferia de la ciudad. Este último se encuentra de vacaciones, pero se esperaría su retorno para que interceda y dialogue con los feligreses atrincherados, unos cincuenta.
“Los fieles se están tomando autoridad y potestad que no les corresponde. Al párroco le dijeron que presente su documento, si no, no lo dejan entrar. ¿Y quiénes son ellos para hacer eso? No lo sé”, manifestó Pérez Chávez acotando que los atrincherados incluso han dejado entrever su sospecha de que se produzcan robos.
El padre Pérez consideró que el padre Cáceda debió de haber informado a sus feligreses sobre los cambios.
EVALÚAN ACCIONES LEGALES
Asimismo, adelantó que el Obispado evalúa tomar acciones legales en caso continúe la toma. “Los fieles que quieren un servicio litúrgico en paz no pueden estar abandonados por culpa de algunos que quieren hacer sus caprichos. Por ahora no se ha tomado alguna medida, pero ya se tomarán todas las medidas legales que se tengan que tomar. El obispo no es intolerante, mañoso, tramposo ni prepotente, que son los calificativos que han usado”, sostuvo.
En declaraciones a un medio local, el obispo de Cajamarca pidió ayer a los feligreses que depongan su actitud, pues “no es propio de cristianos ni católicos impedir el normal funcionamiento de una parroquia”.