Lima, Loreto y Madre de Dios son las regiones con más casos registrados de trata de personas. (Foto: Dante Piaggio / El Comercio)
Lima, Loreto y Madre de Dios son las regiones con más casos registrados de trata de personas. (Foto: Dante Piaggio / El Comercio)
Redacción EC

Hoy el Gobierno promulgó un decreto supremo que aprueba el Plan Nacional contra la Trata de Personas para los próximos cuatro años. El documento -de 48 páginas, siete capítulos y cuatro objetivos estratégicos- plantea las líneas de acción que deberán adoptar varios sectores del Ejecutivo para erradicar este delito con miras al Bicentenario de la República.

Ahora bien, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de trata de personas? Según el marco conceptual del decreto aprobado hoy, a inicios del siglo XX se entendía la trata de personas básicamente como el comercio de mujeres europeas para que sean concubinas o prostitutas en los países árabes y orientales. Este concepto cayó en desuso a partir de la década del 80 debido a que no reflejaba todas las aristas del desplazamiento ilegal y comercio de personas en el mundo.

Actualmente, la legislación peruana ha perfeccionado el concepto de trata de personas y señala que está compuesta por cualquier forma de captación, transporte, traslado, acogida, recepción y retención de personas. Para lograr su objetivo, los tratantes hacen uso de violencia, secuestro, fraude, engaño, abuso de poder o incluso pagan a sus víctimas. Y las finalidades principales de la trata de personas son la explotación sexual, venta de niños, esclavitud, explotación laboral, el trabajo forzoso la mendicidad y el tráfico de órganos.

Como se observa, la trata de personas está compuesta por una multiplicidad de delitos. El Gobierno admite que se trata de un problema “complejo” que “exige un tratamiento múltiple y desde varios sectores”. Así, el Decreto Supremo N°017 – 2017 - IN, publicado hoy en el diario oficial “El Peruano” lleva las firmas de los ministros del Interior, Mujer, Salud, Justicia, Relaciones Exteriores, Educación, Trabajo, Transportes, Energía y Comercio Exterior. El decreto ha sido suscrito también por el primer vicepresidente de la República, Martín Vizcarra, encargado del despacho presidencial.

-VÍCTIMAS Y VICTIMARIOS-
Prostitutas, esclavos, migrantes desesperados, niños mendigos, personas que venden sus riñones por dinero. Las víctimas de la trata pueden tener muchos rostros y todas las edades. El Gobierno reconoce son pocos los países que se atreven a dar cifras oficiales sobre este fenómeno debido a que no existen mecanismos adecuados para medirlo.

Lo que sabemos en Perú, según las cifras del Ministerio Público, es que entre el 2009 y el 2014 hubo 2.241 casos registrados de trata de personas. Solo en el 2014, por ejemplo, hubo 782 víctimas detectadas y unos 552 denunciados. Asimismo, Lima, Loreto y Madre de Dios son los distritos fiscales que acumulan más casos de trata.

A partir de estas denuncias, se ha podido establecer que las víctimas de este delito en nuestro país son sobre todo mujeres jóvenes o menores de edad. Muchas veces provienen del campo, suelen tener pocos estudios y antecedentes de maltrato familiar y abuso sexual. Por ello, el Ejecutivo reconoce que las poblaciones especialmente vulnerables a la trata son las mujeres, los niños y niñas, los migrantes y la población LGTBI. Respecto a este último grupo, el decreto supremo señala que la “invisibilización de las problemáticas que afectan a este colectivo” y el desconocimiento de sus derechos fundamentales favorece la captación por parte de los tratantes.

¿Qué factores favorecen la trata? Según el plan nacional, hay varios factores como la violencia y la desintegración social. No obstante, resaltan también las relaciones sociales dispares que “perpetúan la subordinación de las mujeres respecto a los hombres”. Es decir, relaciones de dominación y poder. Asimismo, existe en una especie de “tolerancia social” a este delito que permite la falta de sanciones tanto morales como legales.

La mendicidad infantil también puede esconder casos de trata de personas, si es que los niños son forzados a trabajar por organizaciones. (Foto: Lucero del Castillo / El Comercio)
La mendicidad infantil también puede esconder casos de trata de personas, si es que los niños son forzados a trabajar por organizaciones. (Foto: Lucero del Castillo / El Comercio)

-LO QUE PLANTEA EL GOBIERNO-
El plan nacional que se publicó hoy apunta sobre todo a mejorar la gobernanza y la gestión institucional para disminuir la trata de personas en el país. Para ello, se hace necesaria la instalación de un sistema de monitoreo del plan. La visión es que el Perú al 2021 “garantiza un entorno seguro a la población en situación de riesgo ante la trata de personas y la protección integral de sus víctimas”.

Pese a esto, el plan reconoce que el horizonte probable es que los objetivos trazados no se cumplan o se cumplan parcialmente.

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