Ica: los argumentos de las inmobiliarias afectadas por huaicos
Luis García Bendezú

El último martes fue un día particularmente duro para los vecinos de dos urbanizaciones . Las fuertes lluvias que cayeron esa tarde activaron varias quebradas y causaron huaicos que golpearon a los vecindarios de San Ildefonso (La Tinguiña) y Las Piedras de Buenavista (Los Aquijes). En total, el lodo afectó a por lo menos 700 viviendas, sobre todo en San Ildefonso donde el agua se estancó y hubo que drenarla con motobombas durante más de un día.

Durante la semana, El Comercio recogió abundantes testimonios de vecinos disgustados por las pérdidas materiales y preocupados por que las lluvias –que continuarán este verano- produzcan nuevas inundaciones. Varios residentes señalaron que cuando adquirieron sus casas –en proyectos urbanísticos avalados por el fondo Mivivienda- no se les advirtió sobre el riesgo ante huaicos. Por su parte, tanto el Gobierno Regional de Ica como el municipio provincial han advertido que ambas urbanizaciones se encuentran en zonas vulnerables a huaicos e inundaciones.

Al respecto, este Diario también conversó con los representantes de las inmobiliarias Clasem (San Ildefonso) y Llaxta (Las Piedras de Buenavista) para que expliquen, entre otros puntos, qué medidas tomarán para evitar que estos desastres vuelvan a ocurrir.

-EL CASO DE SAN ILDEFONSO-
La urbanización San Ildefonso, que está compuesta por 1.400 viviendas de las cuales ya se han entregado 690, fue afectada por el desborde de la quebrada de Cansas, en La Tinguiña. A través de un correo electrónico, la empresa responsable –Clasem- calificó la inundación ocurrida en la noche del martes como un “evento excepcional”. Según esta compañía, el proyecto se construyó con todas las autorizaciones requeridas y sobre un suelo con habilitación urbana vigente desde 1998.

La habilitación urbana a la que alude Clasem fue entregada en marzo de 1998 por la Municipalidad Distrital de . Es decir, se dio dos meses después del desborde que inundó buena parte de la ciudad de Ica. De acuerdo a la inmobiliaria, esta habilitación urbana fue ratificada en el 2006 y el 2009 por el mismo municipio distrital. “Es preciso indicar que el proyecto obtuvo Código de Registro Techo Propio N° 0116 en el año 2007, habiendo sido rigurosamente revisada la información técnica del proyecto por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento”, añadió la empresa.

No obstante, fuentes del sector Vivienda señalaron a este Diario que no es su responsabilidad determinar la vulnerabilidad de los proyectos ante desastres naturales. Esta tarea queda en mano de los municipios para evitar “duplicidad de funciones”. Los alcaldes de La Tinguiña que gobernaron en 1998, 2006 y 2009 –y que tuvieron que dar el visto bueno a San Ildefonso- fueron Rubén Velásquez Cerna y Carlos Reyes Choque (quien es el alcalde actual). Vale la pena señalar que las habilitaciones urbanas se aprueban mediante la votación de la mayoría del consejo municipal.

Clasem dijo “desconocer los antecedentes” de inundaciones y huaicos en el sector donde se ubica San Ildefonso pese a que varios vecinos y autoridades aseguran que esta zona es vulnerable. Asimismo, hay variada documentación del Instituto Nacional de Defensa Civil que detalla los sectores de La Tinguiña (como el caserío de Chanchajalla) que fueron afectados por huaicos en 1972, 1983 y 1998.

La empresa señaló también que confía en que con el estado de emergencia declarado en Ica se ejecuten obras para dar seguridad a las familias. “Hacemos de su conocimiento que toda vivienda comprada mediante una operación de crédito hipotecario cuenta con un seguro de desgravamen y otro de inmueble. Por Ley de Transparencia todos los clientes han recibido una copia de su póliza, donde se indican los pasos que deben de seguir en caso de siniestro”, finalizó la inmobiliaria.

Esta fotografía se tomó en Las Piedras de Buenavista el jueves pasado. Esta urbanización se ubica cerca del caserío de Yaurilla, en Los Aquijes. (Foto: Luis García Bendezú/ El Comercio)
 

-EL CASO DE LAS PIEDRAS DE BUENAVISTA-
Las Piedras de Buenavista, la residencial construida por la inmobiliaria Llaxta, fue afectada por un huaico que provino de la quebrada de Pedregal, en Los Aquijes. El Comercio recorrió ese vecindario y constató que –a diferencia de San Ildefonso- el agua no se quedó estancada en las calles sino que siguió su curso debido a la pendiente. La empresa calificó este acontecimiento como un “desastre natural fortuito” en un comunicado difundido en su cuenta de el pasado 27 de enero.

En conversación con este Diario, Gabriel Macedo, gerente general de Llaxta, argumentó que la actividad de una empresa minera próxima a la urbanización habría deformado el cauce natural de la quebrada Pedregal y ocasionado que el agua llegue hasta el vecindario. Asimismo, señaló que la zona donde se ubica Las Piedras de Buenavista no figura en los mapas de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) como una sector de riesgo ante inundaciones.

Llaxta se ha comprometido a aumentar la seguridad en la residencial, entregar un plan estratégico de emergencia ante desastres naturales y construir un cerco perimétrico de concreto. Asimismo garantizó que va a “apoyar en las gestiones referentes al seguro ante las entidades financieras a efectos de obtener un pronunciamiento de dichas entidades”.

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