Johnny Aurazo

En Curgos falta el agua, pero sobra la fe. Así lo entienden el pequeño Danny y sus compañeros del cuarto grado de primaria de la I.E. 80263 de Querobal, uno de los 15 caseríos que tiene este distrito ubicado en la provincia andina de Sánchez Carrión, en La Libertad.

Curgos es el distrito más pobre del Perú, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). En Querobal, ubicado a menos de una hora de Huamachuco, la capital de la provincia, la única escuela que hay en el lugar está olvidada. No solo no tiene agua, sino, además, algunas de sus paredes están destruidas y las carpetas se caen a pedazos. 

El Comercio estuvo en Querobal. A más de 3.000 m.s.n.m. y a unas cuatro horas de Trujillo, recogió las inquietudes de Danny sus compañeros. “Queremos una nueva escuela para estudiar mejor”, coincidieron Diana y Danny al ser consultados sobre qué le pedirían al presidente Pedro Pablo Kuczynski. “Yo quiero zapatos y ropa”, añadió Andrés, quizás el más inquieto de la clase.

Luz Meléndez, profesora de Diana, Danny y Andrés, espera que con el nuevo gobierno la escuelita de Querobal cambie de rostro y sus niños estudien en mejores condiciones. "Ojalá el señor presidente escuche a mis niños", dijo. 

Contenido sugerido

Contenido GEC