Agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) detuvieron ayer al policía Iván Colchado Díaz cuando ingresaba un celular al penal El Milagro de Trujillo, uno de los más convulsionados del país.
El celular se encontraba escondido en un paquete de galletas de soda, informó el INPE. Dentro de la caja también se hallaron cargadores de celular, tarjetas telefónicas y baterías.
En su defensa, Iván Colchado, suboficial técnico de tercera, aseguró que la caja le fue entregada por el suboficial Miguel Antón Guerrero, quien recibió la misma de manos de Isabel Solano Cipriano para que se la dé al interno Julio Castillo Salinas, recluido por robo.
La mujer, que se encuentra no habida, habría utilizado una bebe en sus brazos para convencer a Antón a fin de que le ayude a ingresar la caja a la penitenciaría. Este suboficial, por su parte, se la entregó a Iván Colchado porque debía relevarse.
En diálogo con El Comercio, el jefe de Inspectoría Regional, coronel PNP Jorge Pérez Yáñez, indicó que su institución “ya ha iniciado un proceso de investigación” para determinar el grado de participación de ambos agentes.