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Ayer, mientras el presidente Pedro Pablo Kuczynski recibía en Palacio de Gobierno a los representantes de dos grupos de docentes en huelga, a pocas cuadras de distancia miles de profesores de un tercer bloque gremial marchaban por la avenida Abancay, desconociendo de
antemano cualquier acuerdo que se tomara en la cita con el mandatario.
El de ayer fue el tercer acercamiento del Ejecutivo a los sindicatos de docentes en menos de dos semanas, con la finalidad de dar fin a
la paralización acatada en Cusco desde el 15 de junio y en otras regiones desde el 12 de julio.
El primer encuentro se concretó la semana pasada, cuando la titular del Ministerio de Educación (Minedu), Marilú Martens, y el primer
ministro, Fernando Zavala, firmaron un acta con los 25 gobernadores regionales. En dicho encuentro el Gobierno se comprometió a incrementar el salario básico del magisterio a S/2.000 a partir de
diciembre próximo, pese a que inicialmente estaba programado para el 2018.
Los gobernadores, por su parte, aplicarían el descuento a los profesores que desde el lunes 7 no asistieran a dictar clases.
Sin embargo, el lunes (y el resto de la semana) los colegios permanecieron cerrados y los maestros de varias regiones aseguraron que continuarían con la huelga.
Paralelamente, en Lima, miles de representantes de los SUTE regionales invadieron las calles del centro de la ciudad y también desconocieron los acuerdos.
Ante este panorama, el martes, Kuczynski invocó a los dirigentes a dialogar, pero con una condición: que renuncien a cualquier intento
de violencia durante las huelgas.
El miércoles, mientras se definía la lista de dirigentes que se reunirían con el presidente en Palacio, el Minedu hizo público un segundo acercamiento con el magisterio. Martens firmó un acta con el secretario general del SUTE Cusco, Ernesto Meza Tica, y los representantes de Pasco, Lambayeque y Lima Provincias.
Semanas atrás, Meza Tica, quien encabeza la huelga en Cusco iniciada hace casi dos meses (durante la cual hubo constantes bloqueos en
las carreteras hacia Ollantaytambo, en la vía férrea hacia Machu Picchu y otros puntos), fue denunciado junto a otros dirigentes por actos de vandalismo en los exteriores del aeropuerto Velasco Astete,
de esa ciudad.
El documento firmado por los dirigentes y Martens establece que los docentes regresarán a las aulas en un plazo máximo de 48 horas.
Los dirigentes se comprometen además a desarrollar un plan de recuperación de clases.
También se ratificaron los puntos acordados previamente con los gobernadores. Sin embargo, los maestros continuaron protestando
en las calles de Lima, además de Cusco, Puno y otras regiones.
—Tercer intento—
La reunión que se llevó a cabo ayer con Kuczynski había generado expectativas entre los distintos grupos sindicales de los docentes.
Desde temprano, el presidente del Comité Nacional de Lucha y representante de los SUTE regionales, Pedro Castillo, reclamó por no haber sido invitado a la reunión. Esto generó que miles de docentes
salieran a protestar por las calles del Centro de Lima.
Incluso intentaron llegar al Congreso, pero fueron dispersados
por la policía. Horas antes del encuentro con el presidente, Meza
Tica anunció que no participaría, porque no quería sentarse junto a los representantes del Sutep nacional. Sin embargo, esto se solucionó
cuando se decidió que Kuczynski recibiría a los dirigentes en dos grupos.
Así, el mandatario, junto con el vicepresidente Martín Vizcarra, el primer ministro Zavala y la ministra Martens recibieron por la tarde a los dirigentes de los SUTE del Cusco, Arequipa, Pasco y de Lima Provincias, además de los delegados de Lambayeque y Tumbes.
Por la noche, recibieron a los representantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Sutep, liderados por Alfredo Velásquez.
Al término de estas reuniones, en una muy breve conferencia de prensa, Zavala dijo que el Minedu continuará hoy el diálogo con los
delegados del resto de regiones.
“Exhortamos a no perder más tiempo de nuestros niños cuando ya tenemos un canal de diálogo abierto”, dijo Zavala.
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