“Estas empresas nos matan lentamente”, denuncia Carlos Córdova Peña, miembro del Comité de Defensa de la Margen Izquierda del Río Chira. El mes pasado, él y cientos de pobladores de Viviate, distrito de La Huaca, en Paita (), tomaron la carretera Paita-Sullana en señal de protesta por las constantes quemas de caña que realizan dos empresas. Los ciudadanos advierten que estas malas prácticas ambientales afectan su salud y contaminan el aire.

“Así nos están matando, a niños y ancianos, nos eliminan lentamente”, reitera Córdova y advierte que han denunciado estos hechos desde el 2010, pero que hasta la fecha nada ha cambiado. En los días de quema, su pueblo se esconde en medio de la nubosidad y humareda que es transportada por el viento. Las cenizas invaden no solo techos, sino la cocina y llega hasta los alimentos, como se evidencia en varios videos.

La tenienta gobernadora y enfermera de profesión, Maribel Silupú Ruiz, cuenta que en los días de quema de caña decenas de niños y bebés llegan a su consultorio afectados por Infecciones Respiratorias Agudas (IRAS). “Vienen con asmas bronquiales y bebés que no pueden respirar. Y, como por la noche no funciona el centro de salud, debo atenderlos acá e incluso nebulizarlos”, revela.

El centro de salud de Viviate también reporta frecuentes atenciones a niños y ancianos por problemas respiratorios. “Los principales problemas que atendemos acá son IRAS. Los días que queman caña se incrementan estas infecciones”, comenta Laura Yarlequé Castillo, técnica en enfermería del centro de salud.

¿SALUD DETERIORADA?

Una investigación de la Universidad de Los Andes (Colombia) reveló hace unos años que existe una asociación positiva entre la quema de caña de azúcar y el aumento en la atmósfera de partículas menores de 10 micras (PM10), consideradas altamente contaminantes. Asimismo, se estableció una relación entre el aumento de PM10 y el número de consultas médicas por infecciones respiratorias agudas (IRA) en hospitales de Colombia.

El documento analiza por primera vez los efectos de la quema de la caña de azúcar en la salud pública en Colombia y concluye que el aumento de quema de caña ocasiona más consultas al médico por IRA en Palmira, la región más significativa del valle del Cauca donde se siembra caña de azúcar.

En el caso de Viviate hay una clara afectación a la salud de los pobladores, denuncia el gerente de Recursos Naturales del Gobierno Regional de Piura, Ronald Ruiz Chapilliquén. “(Estas empresas) no solo están en una ilegalidad de sus EIA (estudio de impacto ambiental) sino también en una ilegalidad moral pues suscribieron acuerdos -y allí estuvimos presentes- para no quemar caña”, agrega el funcionario.

Añade que deberían buscar otros mecanismos para evitar quemar la caña. “Hay otros métodos que implican usar la caña para hacer humus de lombriz o sistemas de riego que permiten aprovechar los bagazos. Pero seguir haciendo quema de caña es regresar a la época de las cavernas y provocar una posible reacción social de magnitudes insospechables”, dijo.

MALAS PRÁCTICAS AMBIENTALES

Las empresas que han sido denunciadas por los pobladores de Viviate son Agrícola del Chira y Agro Aurora, cuyos sembríos se ubican en las provincias de Paita y Sullana. La primera pertenece al consorcio Caña Brava, empresa que en 2013 se subdividió en tres: Agrícola del Chira, que se encarga de la siembra y recolección de caña; y otras dos compañías que se encargan del procesamiento y transporte de etanol.

En 2009, Caña Brava comenzó a operar en ambas provincias piuranas. Su EIA contemplaba, según las autoridades consultadas para este reportaje y tal como señala en su web, que “la cosecha de caña de azúcar se realiza en verde, es decir, sin quemar la caña”. Y eso es lo que no entiende Ruiz Chapilliquén: “Si dicen que su combustible es limpio ¿Cómo entendemos que quemen y ensucien?”.

Dicho de otra manera: “¿Qué pasaría si la comunidad internacional supiera que Agrícola del Chira, para conseguir un combustible amigable con el ambiente y verde, quema decenas de hectáreas de caña, afectando la salud de niños y ancianos?”, se pregunta la asesora legal del municipio de La Huaca, Katherine Valdiviezo Rosales.

Los reclamos y denuncias se realizan desde octubre del 2009 y los siguientes años consecutivos, tal como consta en documentos. Sin embargo, nunca avanzaron en el Ministerio Público. Ahora existen dos investigaciones preliminares por el presunto delito de daño al medio ambiente, comentó a este Diario la fiscal del Medio Ambiente de Piura, Silvia Rumiche.

¿LICENCIA PARA CONTAMINAR?

Lo más grave es que el 28 de marzo de este año la Dirección General de Asuntos Ambientales Agrarios (DGAA) del Ministerio de Agricultura (Minagri) le aprobó a Agrícola del Chira su Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) que les permite quemar 20 hectáreas de broza de caña por día de 11 p.m. a 4 a.m. durante los próximos 5 años.  “Es decir, los 12 mil pobladores de La Huaca deberán acostumbrarse a respirar humo, cenizas e ir con frecuencia al médico por el aumento de IRAS”, reclama Córdova.

Por ese motivo, el alcalde de La Huaca, José Talledo Peña, aprobó en abril la ordenanza municipal 017-2016 que modifica el cuadro de infracciones y sanciones en materia ambiental. Ahora incluye la multa por contaminar el medio ambiente con humo y ceniza producto de la quema de caña, así como por ensuciar las calles del distrito.

“Sabemos que los abogados de las empresas nos impugnarán esta ordenanza, pero mientras no se resuelva en el Tribunal Constitucional seguiremos abriéndoles procesos administrativos a estas empresas irresponsables y que incumplen sus propios compromisos. A ver que vengan a vivir ellos acá, sobre todo cuando queman caña”, dijo mortificado el burgomaestre.

Este Diario quiso conocer la opinión de la DGAA del Minagri, pero, pese a que le enviamos un correo con preguntas, estas no fueron absueltas. Por su parte, voceros del Grupo Romero dijeron que “como lo afirma el EIA y nuestra web, Agrícola del Chira no realiza quema de caña.  Lo que se ha dado en el tiempo es el denominado proceso de broza, cuya ejecución está contemplada por los procesos establecidos del PAMA”.

Añadieron que sobre las dos denuncias preliminares que se encuentran en investigación en la Fiscalía del Ambiente, “ambas se han dado por dos hechos aislados y ajenos a nuestras actividades, llegando incluso al punto de perjudicarnos con la quema de más de 18 hectáreas de caña que aún no había sido cosechada”.

DATOS

En 2012 la humareda producto de la quema de caña ocasionó un accidente donde murieron cinco personas. Fue en Viviate, pero al final la investigación no pudo determinar ninguna causa ni a los responsables.

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