La reconstrucción de PPK, por Alfredo Torres
La reconstrucción de PPK, por Alfredo Torres
Alfredo Torres

Como se anticipaba, la eficaz reacción del Gobierno frente a los desastres naturales generó una recuperación de su apoyo popular. En el caso del presidente , su aprobación subió en la encuesta de Ipsos que hoy publica El Comercio de 32 a 43%; el incremento de once puntos porcentuales lo retorna al nivel de apoyo que tenía al empezar el año 2017. El crecimiento más significativo se dio en el norte del país, la zona más afectada por los desastres naturales.

Este incremento en el apoyo a un gobierno que reacciona con energía frente a un desastre natural no es inusual. Por ejemplo, con el fenómeno de El Niño de 1998, Alberto Fujimori incrementó su aprobación siete puntos, hasta 45% y el terremoto de Pisco del 2007 le permitió a Alan García subir nueve puntos, hasta 44%. Superada la emergencia, sin embargo, el apoyo popular suele decaer al ponerse en evidencia las dificultades de la reconstrucción. En el caso de Fujimori, su aprobación cayó en mayo de 1998 a 36% y cerró el año con 33%. En el caso de García, el desencanto fue más abrupto. Al mes siguiente del terremoto, perdió 14 puntos porcentuales y cayó a 30%, para terminar el 2007 en 33%. PPK tiene una difícil tarea por delante.

Junto al presidente, la población ha reconocido el desempeño de su Gabinete, en especial del primer ministro Fernando Zavala, del ministro de Transportes y Comunicaciones, Martín Vizcarra, y del ministro de Defensa, Jorge Nieto. En lo que se refiere a las instituciones, la mayoría considera que el rol más destacado lo tuvieron las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. En cambio, dos de cada tres entrevistados desaprueban el desempeño de los gobiernos regionales y municipales.

Una noticia destacable en este contexto es que 96% de la ciudadanía considera que la población que perdió sus viviendas por estar construidas en las quebradas por donde pasaron los huaicos debe ser obligatoriamente reubicada, sin derecho a rechazar esa mudanza. La prensa y la opinión pública deberán estar alertas para que se mantenga esta actitud y que no se vuelvan a permitir las invasiones de terrenos que han generado tantas víctimas.

A pesar de la emergencia ambiental, la población sigue considerando que los tres principales problemas del país son la delincuencia, la corrupción y la falta de trabajo. Por lo tanto, las acciones en estos tres frentes tendrán un impacto determinante en el apoyo al Gobierno y, en general, en la confianza de la ciudadanía en el futuro del país. 

En el caso de la delincuencia, importantes capturas, como la del presunto asesino del periodista José Yactayo y otros casos producto del sistema de recompensas, que muestran una mejor gestión policial, no son apreciadas del todo debido al asedio del que son víctimas los ciudadanos por parte de la delincuencia común. A su vez, la detención de importantes autoridades, como el gobernador del Callao Félix Moreno y el alcalde de Chilca, tiene un efecto ambivalente en la población ya que, de un lado, ve avances en la lucha contra la corrupción y, del otro, incrementa su desconfianza en las autoridades.

La suspicacia generalizada por la corrupción afecta también a la prensa. Si bien solo 15% de la ciudadanía está informada del proyecto de ley de control de medios, la mayoría de los informados ve con simpatía una ley que promete combatir la corrupción en la prensa. Paradójicamente, Alejandra Aramayo, congresista de Fuerza Popular, coautora  de dicho proyecto, ha visto seriamente mermada su credibilidad al conocerse una bien documentada denuncia de haber incurrido en extorsión cuando oficiaba de periodista en una estación de televisión en Puno. Entre los informados, la gran mayoría cree que cometió extorsión entonces.  

Junto con luchar contra la delincuencia y la corrupción, el mayor desafío que enfrenta el Gobierno en los próximos meses es acelerar la reconstrucción del país de manera que se reactive la economía. Para hacerlo, requiere de la colaboración del Congreso para redefinir los roles del Poder Ejecutivo y los gobiernos regionales en esta tarea, así como para agilizar los procesos para empezar a invertir y generar empleo. 

En esa línea, un buen punto de partida es que 64% de la ciudadanía cree que el gobierno nacional debe liderar la reconstrucción de las zonas afectadas. Solo 20% cree que lo deberían hacer los gobiernos regionales. Ojalá Fuerza Popular, que aspira a ser gobierno en el futuro, apoye esta redefinición de roles a favor del gobierno nacional, indispensable no solo para la reconstrucción sino también para reducir las oportunidades de corrupción en los gobiernos regionales.

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