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Redacción EC

En Cajamarca, el ex congresista y actual presidente del partido Acción Popular, Mesías Guevara Amasifuén, obtuvo más del 61% de votos válidos. En una de sus primeras declaraciones como gobernador electo, Guevara dijo que sus acciones buscarán dar continuidad a los proyectos avanzados de la saliente gestión. “Vamos a marcar diferencia con la anterior gestión haciendo obras públicas, cero corrupción y plena participación de la ciudadanía”, anunció.

El Gobierno Regional de Cajamarca está a cargo interinamente de Porfirio Medina, pues el gobernador que fue elegido en el 2014, Gregorio Santos (del Movimiento de Afirmación Social) estaba en prisión preventiva cuando comenzó el período de gestión. Luego este recobró la libertad, pero nunca solicitó las credenciales de gobernador al Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

Otro tema del cual habló Guevara fue el proyecto minero Conga, paralizado desde el 2011 luego de prolongadas protestas en esa región. “Su viabilidad depende de la decisión que tome el gobierno nacional y la licencia social”, dijo. De acuerdo con el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Cajamarca representa el 27,7% de la cartera de inversiones mineras de nuestro país.

—¿Nuevos tiempos?—
En la región Áncash, el panorama político será especialmente sensible para el virtual gobernador Juan Carlos Morillo, quien obtuvo el 55% de votos. Sus dos antecesores, elegidos también por voto popular –César Álvarez (tuvo dos gestiones entre el 2007 y el 2014) y Waldo Ríos (cuya gestión inició en el 2015)–, están actualmente presos, el primero de ellos acusado de integrar una red de corrupción a través de obras públicas, y el segundo tras un proceso por los delitos de colusión y peculado, cometidos años antes, cuando fue alcalde de Huaraz.

Ante esta situación, y frente a la prolongada crisis política y económica, Morillo prometió un gobierno de consenso. “Ya terminó la campaña y ya no hay más camisetas políticas”, dijo recientemente en una conferencia de prensa.

Además, no descartó convocar a otros candidatos de la campaña. “Me gustaría que sea parte del equipo el señor Luis Luna [Podemos Perú], todavía no hemos conversado; también podría ser el señor Gabriel Mejía [de Patria Segura]. Queremos captar a los mejores y más honestos profesionales. Todos estamos cansados del desatino, incapacidad y corrupción en la que ha vivido la región”, comentó Morillo.

Entre las primeras obras que buscará desarrollar luego de varias postergaciones, figura el hospital La Caleta, en Chimbote, y dijo que elaborará un nuevo expediente para el proyecto hidroenergético Chinecas. Pero antes habrá una auditoría a la saliente gestión. “Nada de borrón y cuenta nueva, tenemos que saber cómo nos entregan la región”, agregó.

–El reto de formalizar–
En Madre de Dios, el gobernador electo Luis Hidalgo Okimura tiene claro que el asunto más urgente que deberá abordar cuando inicie su gestión es el proceso de formalización de la minería. El saliente gobernador, Luis Otsuka, ha sido anteriormente dirigente minero y su cercanía a este sector ha sido cuestionada.

Para afrontar este problema, Hidalgo anunció que brindará un mayor presupuesto a la Dirección Regional de Energía y Minas. Esta oficina se vio envuelta en un escándalo el pasado junio, cuando fue detenido José Carlos Bustamante –jefe de esta área– junto a varios otros funcionarios, tras ser acusados de recibir pagos de mineros a cambio de favorecerlos en procesos administrativos y trámites. El proceso aún continúa, aunque los detenidos fueron liberados.

Durante la campaña, Hidalgo ofreció en repetidas ocasiones “una política de puertas abiertas a los actores directos de la actividad minera”, así como una evaluación del marco legal en torno a esta actividad. En cuanto a la actividad minera ilegal, como la que se realiza en La Pampa y otras zonas de la región, él dijo que “la minería en zonas no autorizadas deberá ser erradicada”.

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