Ajústense los fajines, una historia de los gabinetes en el Perú
Ajústense los fajines, una historia de los gabinetes en el Perú
Fernando Vivas

Por supuesto, el concepto de ‘ministro’, como alguien encargado de un rubro de gobierno, preexiste a la república. Tal orden elemental también se da en las monarquías y en las tiranías; pero, tras nuestra independencia, adquirió otro vuelo. Fue poder conversado, contrapesado y, a veces, alternativo. 

La  se despide este quinquenio con la publicación de dos volúmenes que trazan y grafican su casi bicentenaria vida (“Historia de la Presidencia del Consejo de Ministros. Democracia y buen gobierno”, PCM, 2016). En 1821, San Martín no quiso fundar una república, sino una monarquía constitucional, pero al nombrarse ‘protector del Perú’ y viajar a apaciguar los confines del territorio; aceleró el proceso que convertiría a sus ministros –apenas tres entonces, Juan García del Río a cargo de Gobierno y Relaciones Exteriores, Bernardo Monteagudo de Guerra y Marina e Hipólito Unanue a cargo de Hacienda– en un cuerpo colegiado con facultades para complementar e incluso suplir al jefe supremo en su ausencia. 

Demoramos varios gobiernos, que entonces se sucedieron rápida y caóticamente; en establecer claramente las facultades y la jerarquía dentro de ese grupo de ilustres. Los golpes y guerras intestinas dieron protagonismo absoluto a algunos ministros, pero recién en 1856 se creó por norma el Consejo de Ministros. Su primer presidente fue el Gral. José María Raygada y Gallo, además encargado de Guerra. Por cierto, tenemos que esperar hasta este milenio, para que la complejidad del Estado demande encargados exclusivos de la PCM. El primero a tiempo completo fue Roberto Dañino en el 2001 (en rigor, un antecedente es el caso de Javier Valle Riestra, fugaz primer ministro de Fujimori en 1998). Desde entonces, salvo las excepciones de José Antonio Chang (Educación) y Rosario Fernández (Justicia), todos los primeros ministros se concentran en su cartera de carteras. 

Aunque empoderados y distinguidos en el protocolo, no hay que olvidar que estamos en la región del presidencialismo, muy lejos de democracias europeas como la británica o alemana, donde el poder de los primeros ministros o premieres supera al de los presidentes. Aquí las crisis de gobernabilidad suelen conjurarse cortando sus cabezas. He ahí otro servicio y sacrificio que ofrendan los desinteresados primeros ministros a la patria. 

—Récords de la PCM— 
Los tomos escritos por José Francisco Gálvez Montero y Enrique Silvestre García Vega consignan algunos datos que vale destacarlos hoy, en víspera de la juramentación del primer Gabinete ‘ppkausa’. Por cierto, Pedro Pablo Kuczynski no es el primer caso de un primer ministro que luego es elegido presidente. El cuarto Consejo de Ministros que llevó tal nombre durante el primer gobierno de Ramón Castilla fue presidido por Miguel de San Román en 1858. Luego este fue fugaz presidente entre 1862 y 1863. Poco después, sucede algo similar con Juan Antonio Pezet y con Mariano Ignacio Prado. 

En 1904, Augusto Leguía fue primer ministro y encargado de Hacienda (Economía) de José Pardo y Barreda. Leguía, como bien se sabe, ostenta el récord de ser el presidente de mayor duración (4 años entre 1908 y 1912 además del ‘oncenio’ de 1919 a 1930). Pero no fue bajo su mandato que tuvimos al primer ministro más estable. Ese fue Alfredo Solf y Muro que duró 5 de los 6 años del primer gobierno de Manuel Prado Ugarteche (1939-1945). 

Al sobrio Solf le siguen Leguía (2 años, 10 meses y 23 días); Manuel Ulloa (2 años, 4 meses y 14 días en el segundo gobierno de Belaunde); Pedro Beltrán (2 años, 4 meses y 10 días en el segundo gobierno de Manuel Prado); Juan Francisco Balta (2 años, 3 meses y 18 días) durante el gobierno de su hermano José Balta; y, por fin, un contemporáneo, Jorge del Castillo (2 años, 2 meses y 17 días, bajo el segundo gobierno de Alan García). 

Beatriz Merino fue la primera mujer en presidir la PCM (2003), y citemos los antecedentes de Ilda Urízar y Mercedes Cabanillas, primeras mujeres designadas ministras durante el primer gobierno de García. Ojalá tengamos nuevos récords de inclusión y estabilidad.  

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