Daniel Salaverry ya había marcado cierta distancia de Fuerza Popular en anteriores ocasiones. (Foto: Archivo El Comercio)
Daniel Salaverry ya había marcado cierta distancia de Fuerza Popular en anteriores ocasiones. (Foto: Archivo El Comercio)
Redacción EC

Distintos acontecimientos recientes han hecho tambalear la estabilidad de , tanto al nivel de partido político, como de bancada en el Congreso de la República. Por un lado, la propia agrupación, su lideresa y otros conspicuos integrantes se mantienen investigados por presunto lavado de activos y tienen pendiente se resuelva un pedido de prisión preventiva. Por otro, una figura como —titular del Legislativo— solicita licencia temporal como integrante del grupo parlamentario.

En medio, además, la reciente renuncia de Francesco Petrozzi a la bancada. También la difusión —a través de IDL Reporteros— de un chat de Telegram llamado “La botica”, en donde congresistas y dirigentes de Fuerza Popular coordinan ataques contra el fiscal José Domingo Pérez, que precisamente investiga al partido. ¿La fuerza naranja, acaso, se va exprimiendo? ¿O busca tomar un nuevo aire con recientes anuncios, como el cambio de vocerías o la búsqueda de ser una bancada más “proactiva”?

Lo cierto, para analistas consultados por El Comercio, es que los últimos sucesos significan un duro golpe para el partido y sus pretensiones políticas a futuro, sumando además al desgaste previo.

—El momento más difícil—
Para el politólogo de la PUCP, Fernando Tuesta, este es probablemente “el momento más difícil” de Fuerza Popular y de Keiko Fujimori. Sobre la licencia temporal de Daniel Salaverry en la bancada, sostuvo que implica una “repercusión política alta”.

“Habría que confirmar el nivel de ascendencia que están teniendo congresistas que no son de Lima o que no son del grupo directivo del grupo parlamentario que ha estado manejando Fuerza Popular. Entonces, afecta en este sentido”, aseveró.

Respecto al anuncio de Keiko Fujimori de tener una bancada más proactiva que fiscalizadora, Tuesta dijo que se podría entender de distintas formas. Como el hecho de llevar adelantes medidas dejadas de lado anteriormente, de todos modos tener mayor control político, o intentar tender puentes con el Ejecutivo. “No se sí esto último así, sino lo hubiese dicho directamente”, apuntó.

—Refuerza percepciones—
A juicio del politólogo Arturo Maldonado, la decisión de Daniel Salaverry da la sensación de que Fuerza Popular es “un dique que se está rompiendo” y que podría representar, en cualquier momento, “un desembalse más grande”.

“Sin duda, refuerza la percepción que tienen los ciudadanos de que hay un descontrol entre los miembros de la bancada. Es decir, Daniel Salaverry es un miembro importante del grupo. Era parte de 'La botica', era parte del chat. Es actual presidente del Congreso. Es una figura importante dentro del fujimorismo”, sostuvo.

Asimismo, consideró que el llamado de Keiko Fujimori a mayor proactividad no se percibiría como algo sincero, como hubiese sido de haberse dado al inicio del gobierno de Martín Vizcarra. “Esto sería como un resultado de un análisis de intereses. Como decir que, en estos momentos, les conviene tener una posición más conciliadora para que la bancada no termine de hacer agua […]. Lo que parece primar es que esta posición conciliadora es un reflejo de lo mal que les está yendo”, expresó.

—Confirmaría distanciamiento—
El periodista Enrique Castillo suma la decisión de Daniel Salaverry a anteriores ocasiones en las cuales —desde que asumió la presidencia del Parlamento— , como cuando se refirió a la ley de publicidad estatal, a los plazos para el referéndum, las acusaciones constitucionales contra los implicados en audios que revelan malos manejos en el sistema de justicia, entre otros.

“La distancia que toma Daniel Salaverry es una confirmación de este distanciamiento y de que él no se siente cómodo en Fuerza Popular, y probablemente esté liderando una corriente al interior de Fuerza Popular con miras a dejar la organización y formar quizás una bancada singular”, estimó Castillo.

En esa línea, dijo que se trata de un hecho que se suma a un momento “delicado, difícil y de debilidad” de la bancada.

“Este momento en el partido de Fuerza Popular es de incertidumbre, porque no saben, en primer lugar, con cuántos se van a quedar si Salaverry se distancia con otros congresistas; no se sabe que después de la renuncia de Petrozzi habrá más renuncias y no se sabe en qué puede terminar la situación de Keiko Fujimori”, concluyó Castillo.