El legislador indicó que los integrantes del movimiento Nuevo Perú tendrán un rol activo en el debate por la reforma electoral. (Foto: El Comercio)
El legislador indicó que los integrantes del movimiento Nuevo Perú tendrán un rol activo en el debate por la reforma electoral. (Foto: El Comercio)
Redacción EC

El legislador del Frente Amplio manifestó que es importante eliminar o reducir el número de firmas para formalizar la inscripción de nuevas agrupaciones políticas ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

El miembro de la Comisión de Constitución recordó que la cifra para la inscripción equivale al 4% del padrón electoral de votantes, que coincide también con lo especificado en el informe, tomado en calidad de insumo, del subgrupo de de Patricia Donayre.

Así, el parlamentario ratificó la posición del movimiento Nuevo Perú, liderado por Verónika Mendoza, de reducir el porcentaje requerido pues, según dijo, es una de las más altas en América Latina.

"Nos parece excesivo el 4% exigido y esta valla discrimina a las nuevas agrupaciones políticas, por lo que los congresistas de Nuevo Perú daremos la batalla en el debate por la reforma electoral para su eliminación o reducción al 1%, que equivale a alrededor de 175 mil ciudadanos y coincide con lo propuesto por el Poder Ejecutivo días atrás", manifestó.

En ese sentido, Alberto Quintanilla indicó que la posición del fujimorismo es cuestionable, ya que ellos afirman no querer partidos políticos “cascarón”, pero no son consecuentes al presentarse en cada proceso electoral con un nombre distinto.

“Hablan de partido cascarón, pero en cada elección distinta los fujimoristas se han presentado con diferentes nombres. Allí tenemos a Cambio 90, Vamos Vecino, Perú 2000, Alianza para el Futuro, Fuerza 2011 y ahora último . Todo ese experimento nominal los convierte en un partido desechable", acusó.

El parlamentario, finalmente, recordó que Veronika Mendoza ya ha cuestionado que los actuales partidos políticos se han inscrito con poco más de cien mil firmas.

Ahora, sin embargo, exigen siete veces más lo antes requerido, “convirtiéndose en un bloqueo electoral para nuevas agrupaciones, lo cual es nada democrático”.

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