Transcurría el 2007 y la empresa OAS estableció una sucursal en el Perú para ejecutar dos proyectos de inversión en el sector privado. Sin embargo, a pesar de que la compañía contaba con amplia experiencia en la construcción de carreteras en Brasil, no ganaba ninguna licitación con el Estado Peruano.
“Siempre era descalificada en los procesos de licitación de obras, y se notaba que [las otras empresas] siempre ganaban [los procesos] con precios altos cerca del límite y, OAS incluso ofertando precios muchos más bajos, nunca lograba contratar porque era descalificada. [OAS] participó en aproximadamente tres concursos no logrando su objetivo”, declaró uno de los ex ejecutivos de la firma brasileña a los fiscales peruanos en marzo de este año en Sao Paulo, Brasil.
“Existía el rumor [de] que había un club que se organizaba y que solo ganaban las obras los que pertenecían al club y que la persona que manejaba el tema se llamaba Rodolfo Prialé, con quien Valfredo de Assis Ribeiro [ex gerente general de OAS Perú] se reunió en el 2011. [De Assis] quería ingresar pero no era fácil, […] Rodolfo Prialé seguía postergando el ingreso [al sector público] que nunca ocurría, entonces Valfredo de Assis lo amenazó con reclamar al presidente Ollanta Humala porque OAS no podía ganar una obra y trabajar. Entonces Prialé pidió que no hablase con Humala Tasso porque este era asunto del Ministerio de Transportes y Comunicaciones [MTC] que existía hace décadas y desde gobiernos anteriores. […] Días después, Prialé cedió y OAS tuvo ingreso aprobado en el ‘club’”, confesó el colaborador N°105-2019 al equipo especial Lava Jato.
El entonces gerente de OAS en el Perú era un conocido de la pareja Humala Heredia. La constructora brasileña afirma haber apoyado al Partido Nacionalista en el 2009 con aproximadamente US$180 mil. Este dinero, según colaboradores, se entregó mensualmente a Rocío Calderón Vinatea, amiga de Heredia, a través de un contrato ficticio.
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Además, OAS habría financiado con US$450 mil los honorarios de los publicistas Valdemir Garreta y Luis Favre durante la primera vuelta de la campaña presidencial de Humala en el 2011.
“En el año 2012, el señor Valfredo de Assis Ribeiro indicó al señor Leonardo Fracassi [ex director de obras de OAS] que tenían ambos una cita en el departamento que quedaba en El Golf Los Incas […] con los señores Rodolfo Prialé y Carlos García Alcázar. El objetivo de dicha cita debía ser ajustar modos de trabajo para que OAS pudiera ingresar a un cártel de empresas llamado el ‘club’, el cual buscaba, sin la debida competencia, obtener fraudulentamente licitaciones en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones”, declaró otro colaborador, identificado con el N°101-2019.
García Alcázar era el asesor del MTC, mientras que Prialé era el lobbista que representaba a las empresas constructoras del cártel. Según el testimonio del colaborador, eran conocidos por la constructora como ‘El Gordo’ y ‘El Flaco’.
“Decían que su poder venía del hermano del entonces ministro de Transportes, Carlos Paredes, porque fueron ellos los interlocutores y también el medio por el cual el hermano del ministro debía recibir fondos irregulares [...] y que con dicha influencia haría todo lo que fuera necesario para garantizar el compromiso de la victoria de las empresas del ‘club’”, añadió el colaborador N° 101-2019.
El mismo testigo indicó a la fiscalía: “La primera obra que OAS ganó en el ‘club’ fue la carretera Lima-Canta. Hasta donde conozco con precio muy cercano al 10% por encima del precio referencial del MTC. Es importante decir que las otras empresas que estaban en dicha licitación también estaban involucradas en el ‘club’ […] no hubo ninguna competitividad”.
También señaló que “el coordinador del grupo donde estaba OAS era Marco Aranda Toledo de Cosapi”. “Por el servicio prestado al cártel, Rodolfo Prialé cobraba el 2,92% del costo directo de la propuesta ganadora; los cuales deberían servir para repartirse entre funcionarios del Ministerio de Transportes que son el señor Carlos García Alcázar, el señor Marco Antonio Garnica Arenas [ex gerente de la Unidad Gerencial de Obras de Provías Nacional] y dos miembros del comité de licitación de nombres Renzo y Renato”, declaró el mismo testigo.
El 28 de marzo del 2012, el Consorcio Vial Santa Rosa (integrado por OAS, Mota Engil y Constructora Upaca S.A.) ganó la buena pro para la construcción de la carretera Lima-Canta por S/319’248.819, pese a que el valor referencial era de S/293’326.002. Es decir, por encima en un 8,11%. Si a este monto se le aplica el 2,92%, la coima ascendió a S/9’322.065.
El colaborador N°105 señaló: “Después de la primera facturación, Valfredo de Assis se reunía con Rodolfo Prialé para que le indique en qué modo se haría el pago, entonces Prialé le indicaba cómo se iba a repartir el dinero para el MTC a través de [José Paredes] hermano del ministro [Carlos Paredes]”.
“Valfredo de Assis conversaba con Leonardo Fracassi, quien llamaba a Alexandre Portela [encargado del área de contabilidad clandestina de OAS], quien llegaba procedente de Brasil a Lima y entonces se reunía con Prialé y entre ellos arreglaban a qué cuentas se iba a depositar, o si se iban a realizar contratos ficticios o qué mecanismo se iba a utilizar. Todos los pagos se hacían con fondos de la caja”.
La mecánica fue la misma para la segunda licitación que OAS ganó junto a las empresas Cosapi y Obrainsa a través del Consorcio Vial Quilca-Matarani para construir la carretera Quilca-Matarani por S/553’293.163, es decir, 14,98% más del valor referencial, que era S/505’290.560. El 2,92% en coimas ascendería a S/16’156.160. Es decir, de acuerdo a estos testimonios, OAS habría pagado S/25’478.225 en sobornos por estas dos obras.
El testigo 105 agregó que tiene cómo probar lo dicho con las declaraciones de Fracassi, Prialé, Portella; así como con las llamadas telefónicas entre Prialé y De Assis. Además, con el registro de ingresos de Prialé a las oficinas de OAS.
Asimismo el colaborador N°120 indicó: “Leonardo Fracassi pidió que Clayton Goncalves dos Santos Filho [gerente de contratos] lo acompañara para que fuese testigo de que se estaría entregando dinero en efectivo a Rodolfo Prialé [el ‘Gordo’], ya que Fraccasi comentaba que no podía confiar en entregar el dinero solo a Prialé porque temía que a futuro le hiciera un reclamo por no haber entregado todo el dinero”. Ese pago se hizo en maletas en el hotel Golf Los Incas en Surco.
—Descargos—
En comunicación con El Comercio, Miguel Choquehuanca Zapata, abogado de José Paredes, indicó que no se iba a pronunciar sobre lo dicho por los colaboradores. “No estoy autorizado a dar ningún tipo de declaración respecto a este caso”, indicó.
Este Diario fue a la residencia que Marco Garnica registra en el Reniec para buscar su versión, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
Sobre la participación de Aranda Toledo de Cosapi en el ‘club’, la empresa indicó que no se iba a pronunciar porque el tema es materia de investigación.