La mejor defensa es el ataque, por Diana Seminario
La mejor defensa es el ataque, por Diana Seminario
Diana Seminario

La relación entre el poder y la prensa suele y –debe– ser tensa. Los periodistas informan y también fiscalizan. Una democracia sana se caracteriza por una plena libertad de prensa y de expresión. 

Las autoridades suelen criticar a los periodistas cuando estos no enfocan las informaciones como a ellas les hubiera gustado. Y eso también es normal y previsible. 

La última semana, ha emprendido una ofensiva contra la prensa independiente y sus periodistas. Desde su cuenta en Twitter ha disparado contra todos aquellos que emiten opiniones que le son desfavorables, y hasta evalúa portadas de diarios, conductores de televisión y mide el tiempo y la frecuencia que un medio le otorga a un invitado.

La “concentración de medios” ha sido su frase preferida para referirse a diarios que –como este– informan y opinan de modo independiente sobre el caso de las agendas, cosa que a ella la irrita, pues sabe que el contexto no le es favorable.

Incluso llega a tratar de intimidar al diario “Perú 21” cuando en una carta le dice a su director: “Le recuerdo que existe una petición presentada por 8 periodistas peruanos ante la CIDH por la concentración de medios, que nos deja ver a diario el acaparamiento de medios de comunicación y sus notables coincidencias en portadas, notas y artículos destacados”.

¿Es esto una amenaza? ¿Qué pretende la señora de Humala con esta frase? ¿Acaso está ella detrás de esto? 

Parece que la señora Heredia no entiende que, siendo su caso tan relevante, ocupe portadas, entrevistas televisivas, análisis, columnas de opinión e informaciones. Y eso no es cálculo ni campaña orquestada para “dañarla”. No, eso se llama desarrollar la noticia, ir al fondo del caso y abordar todos sus ángulos. Y hasta donde sabemos vivimos en una democracia, con plena libertad de prensa y expresión. ¿O algo cambió y no nos dimos cuenta?

Los periodistas no somos infalibles, y cuando se cometen errores estos deben reconocerse con hidalguía, y si una información errónea nos lleva a emitir una opinión que no se ajusta a la realidad, se debe corregir. Pero en relación a Heredia, este no es el caso. La primera dama pretende incluso corregir y “rectificar” una opinión y un editorial. 

Hemos contado hasta doce tuits en los que Nadine Heredia se refiere a la prensa, periodistas y a la mal llamada “concentración de medios”. No descansa.

Si bien ella es libre de dar –o no– una entrevista, no creemos que uno de los motivos para negarse sea  porque “no considero constructivo conversar con un medio que ha evidenciado reiteradamente su parcialidad”. Esta es la respuesta de Heredia a “Perú 21”. ¿Y si lo que ella llama “parcialidad” es favorable a ella sí daría la entrevista?

Creemos que la mejor manera de enfrentarse con la prensa no es desacreditarla, como pretende la señora de Humala. La mejor forma de demostrar que ella es quien tiene la razón es responder con la verdad, y lo visto hasta ahora está muy lejos de esto. 

Y esta también es una opinión.

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