El Niño que nos despertó, la columna de Diana Seminario
El Niño que nos despertó, la columna de Diana Seminario
Diana Seminario

Lo peor pareciera que aún no ha pasado en el Perú. Según los pronósticos, las lluvias seguirán y las ciudades que no están acostumbradas a recibir esta intensidad de precipitaciones continuarán sufriendo las consecuencias. Pero dentro de la desolación no faltan las buenas noticias; y la mejor de todas es la respuesta solidaria de millones de peruanos que no dudan en entregar lo poco o mucho que tienen a quienes lo han perdido todo. El huaico también nos ha recordado de qué estamos hechas las mujeres peruanas. Evangelina Chamorro nos ha dicho que ni el barro ni las piedras pueden acabar con nuestras ganas de luchar y de vivir.

Hasta el cierre de esta columna, se calculan 99.475 damnificados, 626.298 afectados y 75 personas fallecidas, según reporte del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN). El mismo informe señala que 10.538 viviendas colapsaron, 12.123 quedaron inhabitables y 134.125 presentan daños.

Según el COEN, es la región más perjudicada con 225.492 personas afectadas, 18.996 damnificadas, 6 fallecidas y 10 heridas.

Y fue precisamente hacia Piura que se enfocaron los primeros esfuerzos de ayuda tanto desde el Ejecutivo como de las instituciones privadas. El sábado la embarcación Natalia de la Pesquera Diamante transportó toneladas de ayuda recogida por la Asociación Piura en Acción y la Sociedad Nacional de Pesquería.

Si bien Piura dio la voz de alerta por ser la primera región afectada por este Niño terrible, lo que ocurre ahora es una emergencia nacional que nos obliga a estar a la altura de las circunstancias.

Ante esto, resultó alentador que el Congreso postergara la interpelación al ministro Vizcarra programada para el jueves pasado y fue gratificante ver a Luz Salgado flanqueada por Marisa Glave y Mercedes Aráoz en conferencia de prensa desde el COEN. Eso es dejar de lado lo colores políticos. ¡Gracias por ese gesto!  También nos da esperanza ver al presidente Pedro Pablo Kuczynski y sus ministros trabajando desde el lugar del desastre.

Así como resulta deplorable el aprovechamiento político en momentos en los que nuestros compatriotas más afectados solo necesitan resolver sus necesidades básicas, también es reprochable que amparados en la emergencia algunos ‘ayayeros’ del Gobierno busquen pescar a río revuelto apuntando al más vil márketing político en pos de sus objetivos.

Las críticas no siempre son malas, ¿no se han puesto a pensar que pueden ayudar a resolver un proceso que quizá no se estaba haciendo bien? Criticar no es “desestabilizar”.

Estaríamos equivocados si no observáramos el error cuando está ocurriendo.

Con todo respeto, primer ministro Zavala y presidente Kuczynski, todos los peruanos queremos lo mejor para el país, nadie en su sano juicio buscaría “desestabilizar” en momento de emergencia. Escuchar a todos también es democracia.

Suele ser peligroso prestar oídos solo a quienes nos dicen que todo está bien, y nos repiten que el resto solo busca que su gobierno naufrague.

No subestimemos la inteligencia de nuestros compatriotas que sabrán detectar a quienes buscan aprovecharse de su desgracia y a quienes de verdad trabajan por su bienestar.

El único objetivo es el Perú. Guardemos los antis.

MÁS EN POLÍTICA...

Titular de : "El presidente no tenía agua en su casa, en Palacio de Gobierno no había agua" ► — Política El Comercio (@Politica_ECpe)

TAGS