Daniel Salaverry afirma que el hecho de que su grupo ejerza un control político no significa que pretenda desestabilizar al país.
 (Foto: Anthony Niño de Guzmán/ El Comercio)
Daniel Salaverry afirma que el hecho de que su grupo ejerza un control político no significa que pretenda desestabilizar al país. (Foto: Anthony Niño de Guzmán/ El Comercio)
Jaime de Althaus

El portavoz fujimorista habla en esta entrevista sobre el fallo del TC, la recientemente concluida huelga docente y la reforma política.

— El Tribunal Constitucional habría declarado inconstitucional la llamada ley antitransfuguismo. ¿El Congreso va a acatar esta sentencia?
Nosotros siempre hemos sido respetuosos de las decisiones que toman los órganos jurisdiccionales, sin embargo, queremos tener la garantía de que en esta sentencia, que hasta ahora no conocemos, ha existido o no injerencia política porque, de ser así, sí se deslegitimaría el fallo, ¿no?

— ¿Pero cómo podrían saber que hubo injerencia política?
El hecho de que este supuesto fallo haya sido publicado antes de hacerlo el propio tribunal, a través de un representante importante de la bancada oficialista, como es Gilbert Violeta, nos haría pensar que ha habido un indicio de injerencia. ¿El fallo ha sido estudiado, debatido, elaborado por los propios magistrados del tribunal o ha habido otro tipo de participaciones? En cuanto a la filtración, esperemos que no solamente el tribunal -porque así lo han anunciado- haga las investigaciones del caso y dé a conocer qué pasó, sino también el Congreso, con la posible investigación que se realizaría en la Comisión de Ética al congresista Violeta por ese tema.

— De confirmarse esta sentencia y termine acatándose, ¿qué consecuencias podría tener en la bancada de Fuerza Popular?
No quisiéramos especular sobre una sentencia que aún no se emite. Nosotros seguimos apostando por fortalecer los partidos políticos, por fortalecer la institucionalidad del Congreso, por no apuntar a fragmentar más las bancadas, con bancadas que no son la expresión finalmente de un partido legal, de un partido inscrito, que es lo que ha ocurrido en los últimos años.

— Si se confirmara esta sentencia, ¿la bancada de Fuerza Popular correría el riesgo de dividirse a partir de la actuación de Kenji Fujimori, por ejemplo?
Yo lo descarto de plano. Nosotros somos una bancada muy sólida. Los 70 miembros activos de la bancada hemos firmado un pronunciamiento respaldando esta ley, esta modificación que se hizo al reglamento, para evitar la fragmentación legislativa y fortalecer los partidos. Somos una bancada bastante consolidada.

— Aparentemente ya se agotó el clima de colaboración que se creó a partir de la buena reunión que hubo entre el presidente y Keiko Fujimori en Palacio y hay quienes piensan que lo que quiere Fuerza Popular es desestabilizar al gobierno y buscar el adelanto de elecciones...
El hecho de hacer control político, de fiscalizar la toma de decisiones de algunos ministros, no es desestabilizar el país. Nosotros como Fuerza Popular aspiramos a ser gobierno al 2021, pero tampoco queremos encontrar un país en ruinas. Nosotros queremos que nos vaya mejor. Hay esa idea equivocada de que estamos constantemente desestabilizando al gobierno…

— Frente a la huelga de maestros se pidió la interpelación de la ministra en un momento inadecuado. No se acompañó el diálogo. Según Jorge del Castillo, si hubieran asistido al diálogo junto a los demás partidos, la representación del magisterio hubiese levantado la huelga…
Lo que Jorge del Castillo pretendía hacer era comprometer a Fuerza Popular en este proyecto de ley que estaba orientado a que no hayan consecuencias luego de las evaluaciones en el caso de que los maestros no las aprobaran. Nosotros no lo íbamos a permitir.

— ¿Presentó un proyecto de ley en ese sentido?
Por supuesto, me lo entregó a mí, el día 14. Firmado por otros tres voceros de otras bancadas [Villanueva, Rozas y Edmundo del Águila]. Me lo presentó para que yo lo firme, lo revisamos y lo que pretendía era que el maestro que no pasara las evaluaciones a la tercera no ascendía pero no era retirado de las aulas.

— Pero eso no impedía que ustedes participaran en el diálogo. Si ustedes hubieran estado ahí hubieran dicho ‘esto no pasa’ y hubiera sido mucho más firme la actitud de la clase política frente a los maestros.
Se lo dijimos desde el primer momento a los primeros dirigentes que visitaron el Congreso y que recibimos a través de una comisión que designamos: que nosotros no íbamos a claudicar y no íbamos a apostar por una modificación. Apostamos por una educación de calidad y queremos tener a maestros capacitados, bien formados y comprometidos con la educación en el país.

— Está además el tema de la autorización del viaje del presidente Kuczynski, que está en suspenso…
Como Congreso nos corresponde autorizar, o no, la salida del país del presidente de la República. Queremos saber cuál es el argumento para que el presidente se vaya una semana antes de su primera reunión oficial al extranjero estando el país en la situación de crisis en la que se encuentra.

— Si la Constitución establece que el presidente es el responsable de la política exterior, ¿qué sentido tiene que el Congreso le cuestione las razones por las cuales él está tomando la decisión de viajar?
No le estamos cuestionando que vaya a la ONU ni que vaya al Vaticano. Lo que le estamos diciendo es por qué te vas una semana antes, por qué te corres de los problemas, por qué te alejas del país siete días en donde no tienes reuniones oficiales estando el país en crisis. Eso es lo que le hemos cuestionado y en su momento decidiremos si se aprueban los 15 días que el presidente ha solicitado o si se aprueban los días que realmente necesita, que son 5 o 6.

— El Ministerio de Educación ha ofrecido que van estudiar subir a una UIT la remuneración básica de los maestros al 2021 y subir el presupuesto de educación al 6% del PBI, pero si crecemos solo 4% hasta el 2021 no se podrá. Habría que crecer 7% u 8% al año. Pero para eso se necesitarían reformas profundas que no se pueden hacer sin un acuerdo político entre Fuerza Popular y el Ejecutivo. ¿No sería necesaria una segunda reunión entre PPK y Keiko Fujimori y sus equipos?
Sí, pero no hay que olvidar que ni bien comenzó el gobierno de Kuczynski se le entregó facultades para legislar en temas económicos. Han emitido más de 133 decretos. Ahora vemos que las medidas que se han dado en su momento no están dando los efectos requeridos. Es el gobierno quien debe tener claro a dónde va el país, a dónde van las reformas que se necesitan hacer. Estamos dispuestos a acompañarlos en esta tarea.

— De modo que si el presidente Kuczynski llama nuevamente a Keiko Fujimori y se reúnen con sus equipos, y el presidente propone los temas, ¿se podría construir un acuerdo?
Nosotros somos conscientes del rol que nos han entregado, el de ser una oposición responsable. Eso no significa que boicoteemos y desestabilicemos, pero tampoco significa que hagamos un cogobierno. Le corresponde al presidente Kuczynski y a sus aliados de campaña gobernar. Que requieran del Congreso algunas medidas para hacer reformas estructurales, por supuesto, siempre estaremos dispuestos a trabajar en esas reformas.

— Se necesita una reforma profunda del sistema judicial que dé seguridad jurídica a la inversión de todo tamaño, una reforma profunda del Estado, de la descentralización, de lo laboral…
Pero vemos que los proyectos que presentan, por ejemplo, para la simplificación administrativa, para impulsar el tema de la formalización, son insuficientes.

— Por eso… Por ejemplo, el tema de la reforma laboral es un tabú político pero en algún momento hay que abordarlo, porque eso va a permitir que quienes no tienen derechos los tengan.
Así es, sobre todo para ese grueso de casi 6 millones de jóvenes, qué tenemos para ellos. Hay que hacer atractivas esas micro y pequeñas empresas que aún son informales o que, siendo formales, aún mantienen en la informalidad a sus trabajadores. Nosotros hemos sacado adelante algunas iniciativas como el IGV justo, las medidas educativas en vez de las multas pecuniarias, pero el problema es cómo hacemos más productivas a las mypes, que es el gran problema por falta de tecnología.

— Es el huevo y la gallina, falta productividad porque falta formalidad y viceversa. Para romper ese círculo vicioso, una medida sería precisar el artículo 27 de la Constitución en el sentido de que la indemnización es una protección adecuada al empleo y que se debe proteger al trabajador, no al puesto mismo de trabajo. Las tecnologías van cambiando, se necesita que el trabajador pueda reciclarse, capacitarse.
Fuerza Popular no va a promover despidos masivos si es que ese es el fondo de la pregunta...

— ¡Pero no estamos hablando de despidos masivos, sino de contrataciones masivas! Flexibilizar esto permite contratar. Las empresas ahora no contratan en planilla.
Nosotros como bancada apostamos a dar una serie de medidas respetando los derechos de los trabajadores, que han costado años de lucha, para hacer atractivas a esas empresas informales para que no haya un sobrecosto. Beneficios tributarios, participación del Estado con beneficios en salud, capacitaciones.

— El 75% de los peruanos está en la informalidad y sin derecho alguno. Se trata de crear un marco legal inclusivo que permita contratar a todo el mundo. ¿Por qué no se enfrenta el tema?
Creo que el tema más va por que el país vuelva a retomar la senda del crecimiento económico para generar inversión, para generar empleo, pero no cómo debilitamos el empleo formal y a un trabajador que tiene años en una empresa y que ponen en riesgo su puesto de trabajo. Obviamente las empresas tienen miedo de formalizarse por los costos que le generaría, pero eso significa que tenemos que ver cómo participa el Estado en flexibilizar esos costos.

— Y no solo por los costos, sino porque no pueden desvincularse de un trabajador en el caso de que la empresa esté pasando por una mala situación, etc. En todos los países la empresa se desvincula compensándolo con una buena indemnización, y con capacitación, pero en el Perú eso ya no funciona. Por eso las empresas ya no contratan y todo el mundo está marginado, excluido de los derechos. Esa es la verdad. Usted lo sabe pero no lo quiere reconocer…
Es un tema que podría ser parte de un muy interesante debate y que podríamos empezar a trabajar en la legislatura que viene. Hay temas que están pendientes, y no solo en lo laboral. Qué hacemos con la lucha contra la corrupción. El Ejecutivo ha tenido una iniciativa respecto a reestructurar el Consejo Nacional de la Magistratura, sí, pero aún falta más, el propio Poder Judicial tiene que dar una propuesta para ver cómo se reestructura. La reforma política a través del código electoral…

— En cuanto a la reforma política, las reformas claves son la eliminación del voto preferencial, el restablecimiento de la bicameralidad, ir hacia distritos electorales más pequeños, uninominales, binominales, para reforzar el vínculo de representación y reducir el número de partidos. ¿Las van a apoyar?
No hay una decisión de la bancada aún en esos temas, sin embargo mi opinión es que se puede mantener el voto preferencial. Algunos dirán cómo fortaleces a los partidos si no permites que el partido sea el que disponga quiénes van en la lista, pero también sería muy riesgoso porque no todos los partidos se manejan de manera democrática. Podríamos estar empoderando a una cúpula que finalmente decide quién entra al Congreso y quién no.

— Pero si cambias el voto preferencial por un sistema de distritos uninominales, binominales, ya no compites contra tu propia gente sino con candidatos de otros partidos, y votas por una persona (es el voto preferencial perfecto)…
El tema es quién define quién es esa persona. No todos los partidos llevan a cabo un proceso de elección interna, no todos los partidos se manejan como una institución.

— Para eso otra reforma sería que los organismos electorales organicen las elecciones internas en los partidos…
Eso sería aceptar que ya está todo perdido, que los partidos políticos no pueden llevar a cabo ni un proceso de elección interno…

— ¿No acaba de decir que no hay democracia interna?
Pero no podemos renunciar a seguir apostando por tener partidos políticos serios, institucionales. Tenemos que trabajar en los partidos para llevarlos a ese estado. Pero lo que no podemos hacer es [decir] ‘como no tenemos partidos que se manejen de una manera seria y democrática, renunciemos a formar buenos partidos’.

MÁS EN POLÍTICA...