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Tu fondo de pensiones está compuesto por dos ingresos: los aportes que realizas de manera mensual y la rentabilidad que tu AFP obtiene al invertir tu dinero. Estas inversiones se pueden dar de diversas formas: acciones, bonos, entre otros instrumentos financieros enfocados en una estrategia de largo plazo.
¿Qué significa esto? En pocas palabras, que a medida que vayan pasando los años tu fondo irá creciendo y podrás gozar de una mejor jubilación. Ese es el caso de Óscar Vega, quien aportó 10 años a su fondo de pensiones y al quedar desempleado optó por retirar el 95.5% de sus ahorros de la AFP.
Al hacerlo, se dio con la sorpresa de que su fondo se había más que duplicado. "Cuando yo salí de trabajar tenía más o menos 13 mil soles y cuando retiré mis fondos tenía alrededor de 32 mil soles", comenta. Con ese dinero, pudo concretar algunos de sus proyectos, como la construcción de su casa. Conoce su historia en el siguiente video:
Inversiones y ganancias
Las inversiones que realiza tu AFP, por su misma naturaleza, están determinadas por factores económicos de índole nacional y mundial, que pueden provocar que la rentabilidad varíe en ciertos períodos. Puede que registres perdidas virtuales en el fondo, pero como ya ocurrió en la crisis internacional de 2008, luego hay una posterior recuperación y crecimiento de la rentabilidad, que revierte dicha “pérdida”.
Otro punto que debes considerar es que tu rentabilidad está directamente ligada al nivel de riesgo que elijas para tu fondo. Como es lógico, a mayor riesgo, la rentabilidad esperada será mayor, por lo que es importante que decidas adecuadamente a qué tipo de fondo te quieres afiliar, según la cantidad de años que aportarás.
En el siguiente cuadro, el detalle de los cuatro tipos de fondo del Sistema Privado de Pensiones (SPP) por los que puedes optar:
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