La serie de YouTube Great Big Story presentó a los guardianes del más grande secreto culinario de Portugal. (Foto: YouTube)
La serie de YouTube Great Big Story presentó a los guardianes del más grande secreto culinario de Portugal. (Foto: YouTube)
Redacción EC

El "Pastéis de Belém" es una de las tortas de crema de huevo más antiguas y originales que existe. Es un pastel altamente clasificado por una sencilla razón: su receta ha permanecido desde hace 180 años a una pequeña pastelería de Lisboa (Portugal) y solo es conocida por seis personas. Es un verdadero tesoro nacional culinario, cuenta un mini documental de .

El secreto de la receta se guarda para preservar su delicada preparación dentro de las fronteras de Portugal. Sus guardianes la conservan detrás de una cerradura con llave en la parte posterior de la pequeña fábrica de la pastelería que le da nombre al preciado postre desde 1837, cuenta Great Big Story.

El dulce de crema está por todas partes en Portugal. Gracias a su receta original, la pastelería que guarda la secreta vende en promedio 20 mil tartas al día -en verano llegan a vender 40 mil al día-. En el país europeo, y alrededores, se cree que el "Pastéis de Belém" es el original pastel de nata o crema pastelera.

Los pasteles de Belém son en realidad unas tartas simples de yema de huevo, leche, harina y azúcar; pero es en la forma en que se prepara donde radica el verdadero secreto, considerado hasta tesoro nacional.

"Tenemos a seis personas que saben la receta", dice Miguel Clarinha, quien forma parte de la gestión de los "Pastéis de Belém". "En la familia, mi padre, mi primo y yo entrenamos a los tres cocineros Vito Artur Domingos, Yodizel Janeiro y Carlos Martins".

Entre las acciones para preservar el secreto, la pastelería ofrece firmar a los panaderos acuerdos de confidencialidad.

La receta de los "Pastéis de Belém" es una de las primeras que se crearon, o al menos así lo es en Lisboa (Portugal), según Clarinha. "Sabemos que la receta fue inventada en el Monasterio de los Jerónimos, en el siglo 19".

Los pasteles son fabricados por los chefs entrenados por la familia Clarinha. Ellos se encierran en una habitación separada que es conocida como la "Oficina do Segredo". Hasta el momento el método funciona: nadie puede explicar la receta fuera de esas paredes. Y si alguien logra hacerlo, Miguel considera que esa persona sería encerrada de por vida -lo dice en broma-.

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