El hombre confesó cómo es que el aparato llegó hasta su intestino. (Foto: Facebook Moulai Mostefa Merouane)
El hombre confesó cómo es que el aparato llegó hasta su intestino. (Foto: Facebook Moulai Mostefa Merouane)
Redacción EC

En una prisión, sea el país que fuere, uno se puede topar con personas de todo tipo. En , esta no fue la excepción cuando la historia de se hizo en Internet. ¿La razón? Tan peculiar como su lógica: el hombre tenía un teléfono alojado en su estómago.

Sucedió en Asuán, ciudad al este del río Nilo, donde un sujeto acudió por auxilio al reportar un fuerte dolor abdominal que calificó de “insoportable. Y no era para menos cuando se descubrió el porqué de su malestar.

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El personal médico de la jurisdicción lo llevó a un centro de salud donde le realizaron una tomografía que revelaría la causa de sus males. Resulta que el hombre tenía un teléfono en su intestino, el mismo que llevaba seis meses alojado dentro de él. Más adelante, confesaría su irresponsable acción.

Las palabras de Mohamed fueron reveladoras, pues indicó que no era la primera vez que lo hacía. Confesó que usaba el aparato para hacer llamadas al exterior -de la prisión- y que se lo tragaba para evitar que los guardias le requisen el móvil y lo aparten de él. Cargarlo como podía y luego tragárselo era algo habitual.

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Lo envolvía en plástico, lo ingería de alguna manera y luego esperaba a que saliera por el único lugar posible tras algunas horas o hasta un par de días. Sin embargo, la última vez que intentó hacerlo, el teléfono no siguió su camino y quedó dentro del sujeto. Sin ninguna molestia aparente, no se preocupó.

Podía alimentarse de manera regular, no se sentía ni hinchado ni estreñido, por lo que no le tomó la importancia que ameritaba. Eso sí, seis meses después, el dolor apareció a tal punto que este se hizo insoportable y tuvo que buscar asistencia médica dentro del local penitenciario.

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Sucede que el teléfono había provocado una infección e inflamación del intestino. “Podríamos haber tenido que extirpar parte del intestino, pero afortunadamente esto no ocurrió”, explicó el médico encargado del caso al medio ‘Sky News Arabia’. Agregó que envolver el dispositivo en plástico ayudó a que el peligro no culmine en algo fatal.

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