En Blue Mountains, Australia, sucedió un insólito y extraño hecho. Todo empezó con un funeral.
Un cortejo fúnebre iba andando hacia el cementerio y todo andaba bien hasta que llegaron. Fue ahí cuando, según indicaron testigos, apareció un hombre de entre los arbustos y se puso al volante del auto fúnebre, para luego irse.
Con lo que no contaba el ladrón era que en el auto aún seguía el féretro, por lo que los familiares empezaron a perseguirlo, cerrándole el paso con otro auto hasta que llegue la policía.
En ese lapso, el ladrón trataba de convencer a los familiares que lo dejaran ir porque tenía que ir urgente al hospital. Sin embargo, cuando llegó la policía se confirmó que el ladrón era un enfermo mental que se había escapado de una residencia cercana. Sin duda, insólito.