Con más de 1,5 millones de presos, los EE.UU. tiene la mayor población carcelaria del mundo y, por supuesto, también son vistos como consumidores. JPay es una empresa especializada en la prestación de servicios a esta audiencia, conocida por ofrecer transferencias de dinero, el intercambio de correos electrónicos y de video de visitas entre los detenidos y sus familias. Esta semana, la compañía introdujo una novedad: una tablet.
El JP5mini tiene 4,3 pulgadas, "un factor clave debido al movimiento constante de los reclusos en la cárcel". El procesador tiene dos núcleos, lo suficiente como para tareas simples con bajo consumo de energía. Según el fabricante, se puede escuchar 35 horas de música o ver 12 horas de video. La capacidad de almacenamiento es de sólo 32 megabytes.
"El anuncio de una tablet es un hito, asegura Ryan Shapiro, CEO de JPay. "Vamos a entregar más aplicaciones, a un ritmo más rápido, lo que puede resultar en una mejor rehabilitación y educación de los presos", agrega.
Los presos no pueden acceder a Internet directamente, sino desde una red proporcionada por JPay con el acceso a determinados servicios y contenidos. En la tableta, se pueden enviar y recibir correos electrónicos, hacer videoconferencias, escuchar música y ver vídeos.
Este dispositivo está hecho de policarbonato y es resistente a la temperatura e impacto. En cuanto al software, se desarrollaron todas las aplicaciones para asegurar que la tableta no se utilice para debilitar la seguridad del servicio.
El JP5mini cuenta con un chip RFID para verificación de la propiedad dispositivo, gestor de arranque seguro para garantizar que ningún otro sistema operativo está instalado y una versión modificada de Linux con parches de seguridad.