Los científicos demostraron que el tamaño de los huevos aumentó con el tiempo, después que las aves desarrollaron una pelvis más abierta. (Foto: SPL / Nature)
Los científicos demostraron que el tamaño de los huevos aumentó con el tiempo, después que las aves desarrollaron una pelvis más abierta. (Foto: SPL / Nature)
Redacción EC

En la actualidad la mayoría de las incuban sus huevos al sentarse sobre ellos. De esta manera mantienen una temperatura constante para que los embriones se desarrollen. Sin embargo, un estudio postula que los primeros animales voladores eran muy pesados y podrían haber quebrado sus futuras crías.

La investigación en la revista , sugiere que la incubación es una característica de aves modernas. El paleontólogo Charles Deeming, de la Universidad de Lincoln, y quien dirigió el análisis, comenta que pese a que se han descubierto muchos fósiles de aves tempranas en las últimas tres décadas, la evidencia directa de su comportamiento reproductivo es esquivo.

Un fósil de Archaeopteryx, un ave extinta. (Foto: Nature)
Un fósil de Archaeopteryx, un ave extinta. (Foto: Nature)

Los expertos estimaron el tamaño y la capacidad de carga de los huevos de 21 especies de aves primitivas, para poder determinar si incubar sus huevos al sentarse sobre ellos era habitual en aves que vivían en los períodos Cretácico y Jurásico Superior.

Los científicos demostraron que el tamaño de los huevos aumentó con el tiempo, tras que las aves desarrollaron una pelvis más abierta. Los expertos midieron el ancho del canal pélvico para así determinar el tamaño de los huevos y el paso máximo que podían soportar sin romperse.

Con esto, se concluyó que la masa de carga de los huevos de las primeras aves habría sido demasiado baja para soportar el peso de un adulto.

"Si ese es el caso, esas aves no pueden sentarse sobre esos huevos sin la amenaza real de destruirlos", detalla Deeming. Un ejemplo de esto es la especie Confuciusornis, que tenía un peso tres veces mayor de lo que sus huevos podrían haber soportado.

Algunos paleontólogos han criticado el estudio, ya que esta teoría es contraria a la evidencia de que algunos dinosaurios se habrían sentado sobre nidos en el suelo.

GDA
Emol – Chile

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