Investigadores confirmaron la existencia de un ecosistema de organismos unicelulares viviendo en un lago helado a casi un kilómetro de la superficie de Antártida.
A unos 800 metros, en un lago sumergido y en completa oscuridad, existen microbios que se alimentan de los minerales rocosos y dióxido de carbono.
El descubrimiento abre la posibilidad de encontrar vida en condiciones extremas, tanto en la tierra como en otros planetas, dijeron los investigadores.
El equipo científico, financiado por la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos, invirtió diez años y más de US$10 millones en el proyecto.