(Foto: carolinen./Flickr, licenciado vía Creative Commons)
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Redacción EC

Se dice que los amigos son la familia que uno escoge. ¿Pero pueden llegar a ser más importantes y necesarias que aquellas personas con las que se comparte un lazo de sangre? Especialistas han realizado un estudio que responde esa pregunta desde un aspecto científico.

Publicada en la revista "Personal Relationships", esta investigación concluye que las amistades pueden tener un impacto mucho mayor en la salud y felicidad de la persona conforme va envejeciendo. 

"Mantener a unos cuantos buenos amigos alrededor de uno puede hacer un mundo de diferencia en nuestra salud y bienestar. Así que es inteligente invertir en las amistades que hacen a uno más feliz", afirma William Chopik, psicólogo de la Universidad Estatal de Michigan y autor de la investigación.

Para llegar a esta respuesta, Chopik analizó una encuesta sobre relaciones, salud, y felicidad en la que participaron 271.053 personas de todas las edades y de casi 100 países.

Luego comparó esos datos con los resultados de una encuesta independiente sobre el apoyo en las relaciones, tensión en una relación, y enfermedades crónicas, que involucró a 7.481 adultos mayores (edad promedio de 68 años) en los EE.UU.

El primer análisis reveló que aquellos que valoraban tanto a su familia como a sus amistades gozaban de buena salud y mayor felicidad. 

No obstante, en los participantes mayores, el lazo que se tenía con los amigos se convirtió en un predictor más fuerte de salud y felicidad que el vínculo familiar.

La segunda encuesta reveló que las amistades tienen una influencia mayor en el estado físico y emocional a medida que uno envejece, en comparación que las relaciones familiares.

Sin embargo, el estudio advierte que si los amigos se convierten en una fuente de estrés en la vejez, es muy probable un aumento en el riesgo de enfermedades crónicas, como presión arterial alta, diabetes o cáncer.

Estas conclusiones apoyan un estudio similar publicado en el 2005, que encontró que los australianos de 70 años o más tendían a vivir más tiempo si tenían amistades fuertes.

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