En los últimos 15 años se ha producido una desaceleración del calentamiento global, tras décadas de rápido aumento de las temperaturas, que ha dejado perplejos a los científicos.
Los investigadores han señalado varias posibles razones, entre las cuales mencionan erupciones volcánicas, emisión de sulfuro por parte de estaciones de energía en China o calor atrapado en las profundidades del océano.
Varios estudios se han centrado en la dinámica del océano Pacífico para explicar esta desaceleración, pero otros han señalado que esto por sí sólo no puede explicar la pausa en el aumento de las temperaturas.
Matt McGrath, corresponsal de la BBC para asuntos de medio ambiente, señala que los investigadores no logran explicar esta llamada pausa que se inició en 1999, pese al aumento cada vez mayor de las emisiones de carbono.
Ahora una nueva investigación plantea que este fenómeno es resultado de un ciclo natural que se produce cada 30 años en el océano Atlántico.
El estudio, publicado este jueves en la revista Science, sostiene que esta desaceleración podría continuar por unos diez años más, pero advierte que es muy probable que las temperaturas globales aumenten rápidamente cuando el ciclo concluya.
Aumentos de las temperaturas
Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), la temperatura global promedio se ha incrementado en alrededor de 0,05 grados centígrados por década, en el período de 1998 a 2012.
Esto se compara con un promedio de 0,12 entre 1951 y 2012. El año pasado un estudio sugirió que un ciclo periódico de movimiento de las masas de agua fría desde las profundidades del océano Pacífico hasta la superficie puede estar limitando el aumento de las temperaturas.
Sin embargo, la investigación de la Science se centra en la dinámica del Atlántico y la de otros océanos del sur del planeta.
El equipo, liderado por el profesor Ka-Kit Tung, de la universidad de Washington, en Estados Unidos, dice que hay evidencias de que una corriente que tiene un ciclo de 30 años, calienta y enfría el planeta por medio del desplazamiento de una gran cantidad de calor hacia las profundidades del océano.
Los investigadores observaron los océanos con una red de dispositivos flotadores Argo capaces de monitorear los océanos a una profundidad de 2.000 metros.
Temor de una era glacial
Los científicos señalan que hubo otra pausa entre 1945 y 1975, que se produjo porque esa corriente desplazó calor hacia el mar profundo, y eso llevó a temores de que se estuviera produciendo una nueva era glacial.
Alrededor de 1976 el ciclo se revertió y contribuyó al calentamiento del planeta, en la medida en que más calor fue desplazado hacia la superficie.
Desde el año 2000 ha habido otro cambio en el ciclo: más calor se ha movido hacia las profundidades y las temperaturas globales no han aumentado más allá del récord que se observó en 1998.
"El resultado ha sido muy revelador", señaló el profesor Tung. "Creo que el consenso en este momento es que se está almacenando calor por debajo de los 700 metros en el Atlántico y en océanos en el hemisferio sur".
Un elemento clave para determinar esto es la salinidad. Las aguas que proceden de las corrientes tropicales en el océano Atlántico son más saladas por la evaporación. Éstas se hunden más rápido y se llevan consigo el calor.
Eventualmente, el agua salada derrite suficiente hielo en la zona ártica y esto a su vez reduce la salinidad, con lo cual la corriente disminuye y se mantiene el calor próximo a la superficie.
"Antes de 2006, la salinidad estaba aumentando. Esto indica que la corriente estaba acelerándose", señaló el profesor Tung.
"Después de 2006, la salinidad ha ido disminuyendo, pero todavía está por encima del promedio de largo plazo. Ahora la corriente está poco a poco desacelerándose".
"Una vez se encuentre por debajo del promedio de largo plazo, entonces iniciará un período de rápido calentamiento".
No todos están de acuerdo
Otros científicos señalan que la hipótesis de los cambios en el Atlántico es interesante, pero que se requiere de más estudios
"En realidad no tenemos muchos datos", dice Jonathan Robson, de la Universidad de Reading, en el Reino Unido.
"O sea que si hay una oscilación o ciclo de 60 años en el océano, no lo hemos observado como tal. Básicamente hemos observado su impacto. Puede que tengamos que esperar 15 o 20 años para saber qué está pasando".
El profesor Tung cree que cualquiera que sea la causa y la duración de esta pausa estamos en una tendencia hacia al alza en cuanto a temperaturas globales se refiere, y eso será claro cuando la corriente del Atlántico se revierta nuevamente.
"Al final, vamos a volver a un aumento de las temperaturas y la tasa de calentamiento va a ser muy alta, como ocurrió en las últimas tres décadas del siglo XX. Y hay que considerar que estaremos en un tope más alto. Las temperaturas y sus efectos serán más severos".