Los dueños de los perros que disfrutan lanzándole ramas y palos a sus mascotas en el parque han sido avisados: los veterinarios están preocupados por este pasatiempo "inofensivo" en apariencia.
Los expertos creen que la "gracia" puede causarle dolorosas lesiones a los perros, que van desde astillas en la lengua a perforaciones órganos vitales.
Y Sean Wensley, presidente de la Asociación Británica Veterinaria, dice que el juego puede ser "potencialmente mortal".
"No queremos que la gente deje de jugar y ejercitarse con sus perros", dijo Wensley.
"Lo que queremos es que protejan a sus mascotas y utilicen juguetes seguros para perros", explicó.
Pero algunos dueños de perros han reaccionado con incredulidad.
Probabilidades de riesgo
El presentador de televisión británico Ben Fogle, dueño de los labradores Maggi y Storm, comentó en Twitter que durante 35 años "ha estado lanzando palos sin problemas".
"¿Acaso han cambiado los palos?", preguntó.
Pero el veterinario Cameron Muir, quien trata unos 3.000 perros al año, dice que durante el mismo período de tiempo puede ver unos 20 casos de lesiones por este motivo.
Normalmente al animal se le ha encajado el pedazo de rama o ha desarrollado un absceso, explica.
"Lanzar palos es arriesgado", insiste. "Tenemos que anestesiar a los perros para sacarle las ramas, e incluso traerlos de vuelta para volverlos a operar".
Entre tanto, hospitales especializados en Inglaterra, donde llegan los casos más serios, informan que han visto de dos a tres perros con lesiones por este juego al mes.
Según la organización veterinaria benéfica británica PDSA cada semana reciben casos de lesiones por palo en los 51 hospitales que manejan.
Pero si tomamos en cuenta que en el Reino Unido hay unos 9 millones de perros mascotas –según datos de la asociación británica de fabricantes de comida para animales PFMA– el índice de lesiones vinculadas al juego es bastante bajo.
El caso de Maya
La última advertencia de la asociación veterinaria surgió después de que una collie llamada Maya llegó a emergencia para que le retirasen un palo que le había atravesado la lengua y desplazado la laringe.
Sus dueños no sabían lo que le pasaba y buscaron ayuda después de que la perra dejó de comer cambió su comportamiento.
"La llevamos al veterinario y la sedaron para sacarle el palo de su garganta", le cuenta al Kirkintilloch Herald su dueña Cathy Pryde.
"No teníamos idea que ese era el problema. No había sangre o ningún otro indicio".
De acuerdo con veterinarios, los perros pueden correr con palos que no hayan caído al suelo o se hayan atascado en un ángulo extraño.
El palo puede perforar, romper o astillar tejidos suaves.
Pelota o juguete de goma
Los puntos de lesiones más comunes son la boca, el pecho y el abdomen.
Y otro posible riesgo de jugar con los palos es que esto puede alentar a los perros a que lo mastiquen, lo que podría causar infecciones serias.
Según los expertos, los labradores y los collie de la frontera son más propensos a tener lesiones debido a que son corredores muy rápidos y les encantan los juegos de atrapar objetos.
Si bien el riesgo parece ser bajo, algunos dueños pueden estar considerando cambiarse a una pelota o a un juguete de goma que evite viajes al veterinario.