Los niños aprenden a reconocer indicadores de calidad del agua. Eso puede hacer una gran diferencia. (Foto: Difusión)
Los niños aprenden a reconocer indicadores de calidad del agua. Eso puede hacer una gran diferencia. (Foto: Difusión)
Bruno Ortiz Bisso


Todo acto tiene consecuencias y, cuando nos referimos al medio ambiente, estas podrían definir nuestro futuro. Eso lo tienen muy en claro los profesionales del Centro Neotropical de Entrenamiento en Humedales (CNEH-Perú), una ONG que desde el corazón de la Reserva de Biosfera Oxapampa-Asháninka-Yánesha (Pasco) utiliza la ciencia para concientizar a los escolares de la zona en la importancia de conocer y proteger el .


“Llevamos poco más de un año con el proyecto Chemillén, cofinanciado con Innóvate Perú, cuyo objetivo es que la población conozca cuáles son los efectos de la deforestación de los bosques nubosos [húmedos] sobre la calidad del agua que tomamos y el ambiente que nos rodea”, explica a El Comercio Florencia Trama, bióloga y coordinadora del proyecto.


De acuerdo con Trama, un serio problema es que muchos pobladores de la zona de la reserva no entienden aún de qué manera se pueden perjudicar con la tala del bosque. “Hay gente que se entera que se está cortando el bosque a dos kilómetros de distancia y cree que no le va a pasar nada, pero sí hay un efecto. El proyecto busca que la gente haga esa conexión”. Por eso, el foco de atención son los escolares de primaria de la zona.


El primer componente del proyecto Chemillén fue la creación del cuento ilustrado “Donde nacen los ríos”. En él, además de la narración, hay información científica nada complicada para que se puedan entender los peligros de talar el bosque y su efecto sobre el agua; saber por qué el agua del río llega turbia, a dónde van los químicos usados en los cultivos, cómo afectan al cuerpo humano y a los organismos vivos del río.


Este cuento, además, tiene un componente tecnológico, pues utiliza la realidad aumentada para que, por medio de un dispositivo móvil, el usuario pueda ver y escuchar los sonidos propios de los escenarios en donde ocurre la historia.


—Aprenden en el campo—
La última etapa fue la creación de un campamento científico para los alumnos de primaria de las escuelas rurales de Oxapampa. “Los traemos y les enseñamos a reconocer indicadores de la calidad del agua, por ejemplo. Aprenden a saber si el agua que está cerca de su cuenca es buena, regular o mala, dependiendo del tipo de organismos que encuentren dentro. Esta es la parte científica. Traemos a unos 25 o 30 niños cada vez. Este fin de semana haremos nuestro quinto campamento, y los tres últimos los realizaremos entre junio y julio”, indica Trama.


Para que esta información de utilidad llegue a más gente, CNEH-Perú ya ha puesto en marcha otro proyecto para capacitar a los profesores del lugar.


Más detalles

El proyecto Chemillén fue cofinanciado por Innóvate Perú del Ministerio de la Producción. Un nuevo proyecto será puesto en marcha desde el segundo semestre del año.

Para llegar a más gente, el proyecto contempló que el cuento fuera transmitido a través de las radios locales.

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