(Foto: AP)
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Redacción EC

La buena relación entre los hombres y los perros ha sido el centro de múltiples investigaciones durante décadas. Ahora, un reciente estudio afirma que la causa del porqué los perros son tan amistosos está en la amplificación de ciertos genes, producto de la domesticación. 

El papel de la genética en la evolución del comportamiento canino sigue siendo muy poco conocida, así como su diferencia con el de los lobos, señala este trabajo, publicado en la revista "Science Advances".

Las hipótesis sobre el distinto comportamiento en perros y lobos dicen que los primeros son más proclives a la solución de problemas sociales, pero nuevas evidencias sugieren que los lobos domesticados por el hombre pueden tener resultados similares o mejores en esos aspectos sociocognitivos.

Un grupo de expertos, dirigido por Bridgett von Holdt de la estadounidense Universidad de Princeton, se concentró en el área cromosómica implicada en la sociabilidad canina, y cuya eliminación en humanos causa el síndrome de Williams-Beuren (WBS), que es congénito y se caracteriza por un comportamiento hipersocial.

En el estudio se analizó el ADN, el comportamiento de perros domésticos, de lobos grises socializados por el hombre, así como datos de diversas razas de canes.

Los resultados señalan que variaciones en los genes GTF2I y GTF2IRD1 parecen estar conectados con la hipersociabilidad en perros, un elemento clave de la domesticación.

Los investigadores estudiaron el comportamiento de canes domésticos y lobos grises con ejercicios de sociabilidad y resolución de problemas. Uno de ellos consistía en que los animales abrieran una caja con una recompensa, tarea que debían realizar solos y en presencia de un humano, que mantenía una actitud neutra.

Los perros dedicaron más atención a los estímulos sociales e interés ante humanos que no conocían, lo que les llevó a pasar la mayor parte del tiempo de la prueba mirando a la persona, cuando estaba presente, en comparación con el comportamiento de los lobos.

Los resultados, según VonHoldt "pueden explicar las diferencias de comportamiento entre perros y lobos, facilitando así su coexistencia con las personas".

El estudio indica que es necesario un enfoque integral de los datos genéticos y de comportamiento para entender los fundamentos moleculares de las diferentes características asociadas con la domesticación. 

Fuente: EFE

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