Algunas tienen formas simples, otras recuerdan animales. Las pequeñas piezas de arcilla que pueden ver en la foto de arriba servían para contar y registrar, por ejemplo, la venta de un rebaño de cabras.
Estas, en concreto, tienen alrededor de 3.000 años y provienen de Tushan, una ciudad asiria que se erguía en lo que hoy es el sudeste de Turquía.
Allí fue recientemente desenterrado un gran número de estos símbolos de arcilla que se utilizaban para registrar los intercambios comerciales hasta la aparición de la escritura, o por lo menos eso creían los expertos.
Pero el nuevo hallazgo de piezas data de un tiempo en que ya era común la escritura, dos mil años más tarde de cuando se suponía que este sistema se había vuelto obsoletos.
Tal como en la actual era de los procesadores de texto digitales seguimos utilizando lapiceras y bolígrafos, dicen los investigadores, los antiguos asirios siguieron usando piezas de cerámica para llevar su contabilidad.
"Las invenciones de sistemas de registro son hitos en la historia humana, y cualquier hallazgo que ayude a entender cómo aparecieron es una contribución al conocimiento sobre el progreso de la humanidad", dijo John MacGinnis, experto del Instituto MacDonald para la Investigación Arqueológica de la Universidad de Cambridge y uno de los responsables de la excavación.
Contratos primitivos
Los símbolos, pequeñas piezas de arcilla de varias formas simples, se usaban como un sistema rudimentario de registro contable desde tiempos prehistóricos.
Según estiman los científicos, los diferentes tipos de símbolos representaban unidades de varias mercancías como granos o ganado y se intercambiaban para registrar de forma permanente las operaciones: básicamente fueron los primeros contratos comerciales del mundo.
Según los expertos, este sistema fue utilizado hasta alrededor del año 3000 a.C., cuando empezaron a aparecer las primeras tablas de arcilla grabadas con símbolos pictóricos hechos con puntas de cañas, es decir, hasta el comienzo de la escritura y toda la historia que le siguió.
Como en el registro arqueológico las piezas de arcilla empezaron a desaparecer a partir de este punto, se asumió que la escritura había suplantado rápidamente el sistema de símbolos.
Sin embargo, las recientes excavaciones en Ziyaret Tepe – el lugar en el que se erguía la antigua ciudad de Tushan, una capital provincial del imperio neoasirio – descubrieron una gran cantidad de símbolos de barro que datan del primer milenio antes de Cristo, dos mil años después de la aparición de la escritura cuneiforme en las tablas de arcilla.
"La escritura compleja no detuvo el uso de los ábacos, así como la era digital no ha hecho desaparecer lápices y lapiceras", comparó MacGinnis.
"De hecho, en una sociedad alfabetizada hay múltiples canales para registrar información que pueden ser complementarios entre sí. En este caso, los símbolos de arcilla prehistóricos y la escritura cuneiforme usados en conjunto."
Un meticuloso contable asirio
Las piezas fueron descubiertas en el principal edificio administrativo en Tushan, junto a muchas tablas cuneiformes, en dos habitaciones cerca de la parte trasera del edificio, un lugar que probablemente funcionó como una antigua zona de carga y descarga, según explicó el arqueólogo.
Las piezas, creen los expertos, pueden ser información sobre ganado. "Cada campesino tendría una bolsa de con estas piezas que representaban su rebaño", dijo MacGinnis.
"La información viajaba a través de estos salones en forma de símbolos de arcilla, y acababa inscrita sobre las tablas cuneiformes", añadió el investigador.
Los arqueólogos dicen que la escritura cuneiforme era una tecnología avanzada de contabilidad, pero al combinarla con la flexibilidad de las piezas de arcilla los antiguos asirios crearon un sistema de registro aún más sofisticado.
"Los símbolos de arcilla ofrecieron un sistema de números portátil que permitía mover los suministros y modificar y actualizar las cuentas si tener que escribirlas, un sistema que no requería que todos los involucrados estuvieran alfabetizados".
MacGinnis cree que esta nueva evidencia sugiere que el uso conjunto de piezas y escritura cuneiforme ocurrió cuando el sistema administrativo imperial se extendía a través del territorio que hoy ocupan Turquía, Siria e Iraq.
En su momento, aproximadamente entre el 900 y el 600 a.C., el Imperio Asirio fue el más grande que jamás había existido en el mundo.
Las formas de estas primitivas "monedas de cambio" de arcilla recién halladas varían entre esferas básicas, discos y triángulos hasta otras que parecen bueyes o cabezas de toros.
En cuanto a lo que representan, aún no se sabe con exactitud. Lo que sí saben los expertos es que la mayoría de las tablas cuneiformes encontradas en el mismo lugar tratan sobre comercio de granos.
"Uno de mis sueños es que un día podamos desenterrar la tabla de un contable encargado de hacer un inventario meticuloso de bienes y sistemas, y que así podamos decodificar el sistema de símbolos", dijo MacGinnis.