Un dicho muy popular de las abuelas dice que “los hijos de mis hijas, mis nietos serán; los hijos de mis hijos, en duda siempre estarán”. Tan certera afirmación tiene asidero en el reciente caso de una pareja de esposos vietnamitas, quienes, a insistencia de la familia –que había notado que uno de los mellizos de dos años de edad tenía cabello grueso y rizado y el otro cabello muy fino y lacio- decidió hacerles la prueba de ADN a los niños.
El resultado fue que el esposo de la mujer era padre de uno solo de los mellizos, el otro, al tener un ADN diferente, no era su hijo. ¿Cómo se explica esto?
Recordemos que los gemelos idénticos son derivados de un solo óvulo y de un solo espermatozoide, los cuales forman un solo huevo, el que al dividirse en dos células iguales, origina dos seres humanos idénticos, siempre del mismo sexo. Son como dice la gente “como dos gotas de agua”.
Por su parte, los mellizos o gemelos fraternos son derivados de dos óvulos y dos espermatozoides diferentes, los cuales obviamente originan dos huevos diferentes. Al derivarse de dos huevos, el parecido entre estos mellizos es el mismo que entre dos hermanos comunes y corrientes, por lo que pueden o no ser del mismo sexo.
Para saber más sobre este tema y conocer sobre la superfecundación heteroparental, lee el más reciente post del blog Cuida tu salud del doctor Elmer Huerta.