La luna llena sobre el monte Pico Sacro, esa noche a las afueras de Santiago. (Foto: EFE)
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Redacción EC

La o luna llena del equinoccio, un raro fenómeno astronómico que no ocurría desde 1981, iluminó el cielo del hemisferio occidental la noche del 20 de marzo y el oriental, la madrugada del 21.

Personas de todo el mundo, desde Macedonia hasta Estados Unidos, vieron la luna llena un 30 % más brillante y 14 % más grande, pues sucedió un día después de que el satélite alcanzó el perigeo, el punto más cercano a la Tierra en su órbita mensual, lo que hace que la luna llena se convierta en una "superluna".


Pero este fenómeno fue especial porque, además, coincidió con el equinoccio de primavera, en el hemisferio norte, y de otoño, en el hemisferio sur.

La "superluna de gusano" tiene ese nombre porque es cuando comienza el deshielo en el norte del planeta y se comienzan a ver gusanos en la tierra.

Además, se trato de la última "superluna" del 2019, luego de dos consecutivas los dos primeros meses del año. 

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