(Foto: EFE/ FUNDACIÓN PATRIMONIO CULTURAL Y NATURAL MAYA)
Mayas
Diego Suárez Bosleman

“Parece un truco de magia”, comenta el arqueólogo Tom Garrison, y no se equivoca. Utilizando tecnología láser, este y otros especialistas han podido localizar más de 6.000 estructuras de la civilización maya hasta ahora desconocidas. Pero de las muchas incógnitas que pueden haber surgido debido a este hallazgo, hay una cosa que está muy clara: los mayas eran más complejos de lo que se creía.

Este trabajo es parte de una iniciativa guatemalteca llamada PACUNAM LiDAR. Y como su mismo nombre lo hace notar, emplea tecnología LiDar. Básicamente, se trata de un sistema láser que desde un avión va mapeando un área determinada. Es así como se ubicaron las edificaciones ocultas en el follaje.

"Tomó 10 días de vuelo recorrer los 2.100 kilómetros cuadrados de selva elegidos para el mapeo. De ahí, por 3 meses se procesaron los datos para obtener imágenes claras. Todo comenzó en julio del 2016, y estuvimos un año y medio analizando las imágenes", le explicó a El Comercio Francisco Estrada-Belli, explorador de National Geographic y uno de los arqueólogos que lideran en conjunto esta iniciativa.

Con esta investigación, el concepto que se tenía de esta cultura se ha vuelto más complejo. Para empezar, los nuevos datos estiman que unos 20 millones de personas habitaron a lo largo de las llanuras mayas. Anteriormente, esa cifra se situaba entre 1 y 2 millones de habitantes.

También se ha podido constatar que alrededor de varias ciudades de esta zona se edificaron fortalezas, cosa que se ignoraba. Otro punto destacable es que el uso del láser determinó que la ciudad de Tikal -una de las más estudiadas del mundo maya- es cuatro veces más grande de lo que se pensaba, y en su centro alberga una pirámide que había pasado desapercibida por los especialistas.

Para Estrada-Belli, la investigación ha revelado nuevos datos sobre el colapso de esta civilización, que -asegura el explorador- se compara a las antiguas civilizaciones de China y Mesopotamia. 

"Antes de esta investigación se pensaba que los mayas habían destruido su medio ambiente deforestando masivamente y causando la erosión de los suelos. Ahora vemos que ellos habrían invertido muchos recursos en construir terrazas y canales para el control del recurso del agua y moderar la erosión de los suelos. Esto quiere decir que es menos probable atribuir la destrucción del medio ambiente y el cambio ambiental al colapso maya", sostiene.

Al preguntarle sobre el siguiente paso a dar, Estrada-Belli afirma que ahora se planea excavar las nuevas fortalezas halladas para poder fecharlas y determinar la razón por la cual fortificaron los asentamientos de la zona analizada. Destaca también el estudio de unas pirámides que se encuentran aisladas en altos cerros.

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