Google niega rotundamente que Bard, su chatbot potenciado por inteligencia artificial, haya sido entrenado con datos de ChatGPT o ShareGPT. La compañía ha salido a desmentir el reporte de The Information, donde incluso se asegura que un exinvestigador había pedido que dejaran de usar la información de la IA de Open AI.
“Bard no está entrenado con ningún dato de ShareGPT o ChatGPT”, aseguró Chris Pappas, vocero de Google, a The Verge. Cuando se le preguntó si la compañía había hecho esta acción en el pasado, este rechazó dar una respuesta. “Desafortunadamente, todo lo que puedo compartir es nuestra declaración de ayer”, agregó.
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Según el reporte del medio norteamericano, Jacob Devlin, un ingeniero de inteligencia artificial dejó Google e ingresó, casi de inmediato, a OpenAI. El exempleado habría intentado advertir al gigante tecnológico que no usara esos datos de ChatGPT, pues violaría los términos de servicio de su rival.
Además, Devlin señaló que las respuestas de Bard se verían muy similares a las del otro chatbot. Por otra parte, una fuente le dijo a The Information que Google efectivamente dejó de usar esos datos después de las advertencias del ingeniero.
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Bard es un chatbot que ha nacido como una competencia directa a ChatGPT. Google ha lanzado recientemente esta IA como un “experimento” para que los usuarios envíen comentarios sobre su rendimiento y poder mejorarlo gracias a estos. Sin embargo, no todo ha ido como esperaban.
Antes de su segundo lanzamiento, Bard dio una respuesta inexacta sobre telescopio James Webb de la NASA. En aquel momento, las acciones de Google incluso cayeron en la bolsa, pues el desarrollo de la IA es una de las carreras tecnológicas en la actualidad. Incluso, en el mismo día que se hizo abierto a todo público, el chatbot afirmó que la compañía “tiene un monopolio en el mercado de publicidad digital y esto ha permitido que la compañía tenga un comportamiento anticompetitivo”, dándole la razón al Departamento de Justicia de Estados Unidos en su demanda.
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