Las inauguraciones de las competencias deportivas aspiran a ser las más recordadas. Los organizadores del Mundial de Fútbol de Brasil quieren dejar la valla muy alta.
El plan es que el 12 de junio, momentos antes del partido inaugural en Sao Paulo, un joven parapléjico ingrese al campo en una silla de ruedas. Luego, se pondrá de pie y dará el puntapié inicial.
Todo esto será posible gracias a un exoesqueleto que se controla con el cerebro. Su desarrollo está a cargo de un grupo internacional de científicos, entre los que se encuentra Miguel Nicolelis, un neuroingeniero brasileño de la Universidad de Duke.
El equipo se ocupa de una de las partes más importantes: el sistema que lee las ondas cerebrales y se encarga de usar esas señales para controlar las extremidades robóticas.
La idea del sistema es esperanzadora. Se requiere que el paciente se ponga el traje, que incluye una gorra y una mochila. Los electrodos en la gorra se encargan de captar las ondas cerebrales, las cuales son llevadas a la computadora en la mochila, lo que finalmente hace funcionar las extremidades.
“Esto hará que las sillas de ruedas se conviertan en piezas de museo”, dijo Nicolelis al diario británico “The Guardian”.
El exoesqueleto es el producto de varios años de investigación del proyecto bautizado como Walk Again. La particularidad del equipo es su poco peso.

SEGURIDAD Y MUCHO MÁS
Esa no es la única novedad tecnológica. En cuanto a la seguridad, las autoridades dotarán a la policía militar de Río de Janeiro de unas máscaras antigás que soportan el calor, tienen visor que no se empaña y amplificador de voz. Todo para la prevención y un mejor control de multitudes.
Los organizadores aseguran que todas las ciudades sedes tendrán cobertura para redes 4G LTE y habrá conectividad Wi Fi gratuita en los estadios.