El Departamento de Justicia de EE.UU. desveló este martes la red de sobornos millonarios que implica a medio centenar de personas, incluidas familiares, responsables de las universidades, supervisores de exámenes y entrenadores.
Lori Loughlin
Redacción EC

La actriz , conocida por su participación en la serie de televisión "", quedó este miércoles en libertad bajo fianza de un millón de dólares tras ser acusada de participar en una red de sobornos millonarios para el acceso de sus hijas a prestigiosas universidades en Estados Unidos.

El juez federal Steve Kim le impuso la fianza a Loughlin tras una comparecencia de la actriz, que se había entregado esta mañana a las autoridades, en un tribunal de Los Ángeles (California).

Olivia Jade, la hija de Lori Loughlin, envuelta en el escándalo de soborno para ingreso a universidades. (Foto: AFP)
Olivia Jade, la hija de Lori Loughlin, envuelta en el escándalo de soborno para ingreso a universidades. (Foto: AFP)

Kim programó una nueva audiencia para el próximo día 29, esta vez ante un tribunal en Boston (Massachusetts), donde se está investigando el caso.

El Departamento de Justicia de EE.UU. desveló este martes la red de sobornos millonarios que implica a medio centenar de personas, incluidas familiares, responsables de las universidades, supervisores de exámenes y entrenadores.

Del medio centenar de imputados, 33 son padres y madres adinerados que en total pagaron 25 millones de dólares para que sus hijos accediesen a prestigiosas universidades como Yale, Georgetown o Stanford.

El fiscal federal para Massachusetts Andrew Lelling dijo este martes que se trata "del mayor fraude de admisión universitaria jamás perseguido por el Departamento de Justicia".

"Estos padres representan un catálogo de riqueza y privilegio. Incluyen por ejemplo consejeros delegados de empresas públicas y privadas, exitosos inversores financieros e inmobiliarios, dos actrices muy conocidas y un famoso diseñador de moda", agregó.

En el caso de Loughlin, de 54 años, el Departamento de Justicia le acusa junto a su marido, el diseñador de moda Mossimo Giannulli, de pagar 500.000 dólares para que sus dos hijas accediesen a la Universidad del Sur de California.

Las niñas ingresaron a la universidad a través de su admisión en el equipo de remo, a pesar de que nunca habían practicado este deporte.

Hoy también compareció en una audiencia en Boston otro de los padres imputados, el ex consejero delegado de la firma de inversión Pimco, que quedó en libertad tras abonar una fianza de 500.000 dólares.


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