Era el peor de los tiempos, era el mejor de los tiempos. El peor para el país, todavía recuperándose de una recesión económica y los estragos de la guerra interna; el mejor para los niños que, a falta de televisión por cable, verían en el transcurso de pocos años programas definitorios para su generación. Era 1994, año en que la serie animada “Los caballeros del zodíaco” (“Saint Seiya”) llegó al Perú.