Lizzy Cantú: "La carrera escolar"
Lizzy Cantú: "La carrera escolar"
Lizzy Cantú

 

Julianne Moore es la protagonista de un perfil que la revista “New Yorker” hace unas semanas. El autor -John Lahr- indica que la pelirroja actriz limpia y ordena su casa con obsesión cuando quiere despejar su mente. Que, con apenas un gesto, es capaz de esconder su belleza para no llamar la atención en la calle. Y que Moore cita a menudo la máxima de Flaubert: “Sé constante y ordenado en tu vida para que puedas ser violento y original en tu trabajo”.

Me gusta entender ese ‘violento’ como un sinónimo de fuerza, arrebato, pasión. Me gusta esa idea de cultivar hábitos sanos, respetar horarios, tener la casa en orden, los afectos en regla de tal suerte que seamos capaces de desplegar locura, creatividad y entusiasmo en el plano laboral. En esta edición -de 48 páginas, igual que cada domingo- encontrarás los rostros, trabajo y nombres de más de cincuenta mujeres.

En la portada -y en interiores- hay nueve disciplinadas diseñadoras que dedican medio año a crear lo que vamos a ponernos la mitad siguiente del año. Piensan en la altura ideal para un par de zapatos, el ancho de la pretina del pantalón, el color que va a seducirte cuando lo veas en una vitrina, la textura irresistible que te hará extender la mano para tocar la prenda cuando la tengas enfrente. Piensan incluso en qué música poner en la tienda mientras tú compras.

Encontrarás también a las escritoras que han recibido el mayor galardón literario del mundo. Tal vez te eran desconocidas hasta hoy. Tal vez despierten tu curiosidad para ir a comprar alguno de sus libros o su biografía.

Hay una campeona mundial de natación que no puede mover las piernas, una empresaria de los postres, un par de mujeres empeñadas en lograr que a los niños les guste ir al teatro y convertirlos en aficionados a la música. Hay actrices que se rehúsan a sonreír todo el tiempo. Hay estrellas pop que se rebelan ante la tiranía del photoshop. 

Están nuestras queridísimas columnistas, entrañables y graciosas y reflexivas como siempre. Está, por segundo domingo consecutivo, el valeroso testimonio de una mujer que enfrenta el cáncer con una sonrisa en los labios y quien es una fuente constante de inspiración y desafío para cualquiera que sienta la más mínima tentación de quejarse por tonterías. Y estamos también las señoras y señoritas que preparamos esta edición pensando en ti. Gracias por leernos otra vez. 

 

 

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