Luciana Villegas


es la segunda ciudad más importante de . Incluso, es la primera en recompra por parte de los turistas, por encima de destinos populares como Bogotá y Cartagena. Pero en 1991, cuando Pablo Escobar era el colombiano más buscado del mundo, la situación no era tal. De hecho, Medellín había alcanzado en ese entonces el título de “la ciudad más violenta del mundo” con la tasa de homicidios más alta jamás registrada: 381 asesinatos por cada 100.000 habitantes. Nadie la visitaba, todos la temían. La violencia que creó el narcotráfico en la ciudad por aquellos años, dejó estragos que hasta hoy, treinta años después, se pueden notar. Pero lejos de ser la sombra del crimen, Medellín es hoy una ciudad que se regocija de ser cuna de arte y esperanza. Las miles de historias de superación y resiliencia que llenan sus calles son prueba suficiente de que el tiempo no ha pasado en vano; y que Medallo- como muchos la llaman- es un destino imperdible de visitar en este año venidero.

Moravia, el barrio que surgió entre basura

Luz Marina Aguilar tenía doce años cuando se quedó huérfana de padre y tuvo que migrar junto a su madre y ocho hermanos a Moravia, el botadero de basura de Medellín entre 1977 y 1984. Moravia se encuentra en la Comuna 4, al nororiente de la ciudad. En aquellos años, el barrio recibía la basura de toda la ciudad mientras se convertía en el hogar de aquellos desplazados por la violencia. Así pasó de ser un terreno baldío a una montaña de basura que superaba los 30 metros de altura y tenía una extensión de siete hectáreas. Pero lejos de ahuyentar a las personas, la basura promovía el arribo de pobladores que veían en ella una oportunidad de vida. Las personas vivían entre desperdicios y construían sus casas en base a ello. Comían y se vestían de la basura. Y lo que no consumían, lo reciclaban.

“La comunidad esperaba todas las mañanas el camión de la basura para seleccionar lo que se podía reciclar y vender. De eso vivíamos todos aquí. No nos faltaba nada porque todo llegaba en esos camiones., comenta Doña Luz Marina quien trabajó más de veinte años en el morro de la basura.

El botadero de basura de Moravia entre los años 1977 y 1984. (Foto: Centro de Desarrollo Cultural Moravia)
El botadero de basura de Moravia entre los años 1977 y 1984. (Foto: Centro de Desarrollo Cultural Moravia)
El botadero de basura de Moravia entre los años 1977 y 1984.  (Foto: Centro de Desarrollo Cultural de Moravia).
El botadero de basura de Moravia entre los años 1977 y 1984. (Foto: Centro de Desarrollo Cultural de Moravia).

Durante años, Doña Luz Marina vivió entre desperdicios. Allí creció, se casó y construyó su propia familia. Pero en 1984, la alcaldía decidió clausurar el botadero de Moravia pues la situación se había vuelto insostenible. Moravia era uno de los barrios más poblados de Medellín y las condiciones eran deplorables. En 1990, fue declarado área de intervención especial y quince años después, zona de calamidad pública. En el 2004, la alcaldía trasladó cerca de 800 familias a barrios cercanos y en el 2006, sembraron el jardín más grande de Medellín en lo más alto de Moravia, con el fin de mitigar los gases tóxicos de la zona.

Durante aquellos años de transformación del morro de la basura, Doña Luz Marina buscó el modo de contribuir con el barrio que tanto le dio durante años. Se unió con cincuenta y dos mujeres de la zona para crear un emprendimiento que convirtiera al reciclaje en una fuente de ingresos formal para la comunidad. Fue así que formó la Corporación Corserba, que hoy impulsa el desarrollo ambiental, social y cultural de Moravia hace más de veinticuatro años.

“Cuando movieron el botadero pensamos que se había acabado nuestra historia, pero realmente ahí empezó”, explica Doña Luz Marina. Hoy, la Corporación Corserba es uno de los ejes ambientales de Moravia. Su foco es el aprovechamiento de los residuos y material reciclable; y sus calles así lo demuestran. La conocida “cuadra de la transformación” está construida a base de reciclaje: las llantas se convierten en sillones de sala y las botellas en adornos. La zona está rodeada de jardines, huertos y negocios; todo bajo el enfoque sostenible. Hoy, decenas de turistas llegan a la zona para conocer a la comunidad que nació entre basura y que en pleno 2023; es agente de cambio en la zona. Si estás en Medellín, una parada en Moravia es obligatoria.

El jardín de Moravia era el más grande de Medellín y contaba con 72 especies de plantas. En el 2020 fue destruido por más de 100 asentamientos informales. (Foto: Cortesía del Bureau de Medellín y Medellin.travel).
El jardín de Moravia era el más grande de Medellín y contaba con 72 especies de plantas. En el 2020 fue destruido por más de 100 asentamientos informales. (Foto: Cortesía del Bureau de Medellín y Medellin.travel).
Las calles de Moravia muestran el compromiso con la sostenibilidad y el reciclaje. (Foto: Cortesía del Bureau de Medellín y Medellin.travel).
Las calles de Moravia muestran el compromiso con la sostenibilidad y el reciclaje. (Foto: Cortesía del Bureau de Medellín y Medellin.travel).
La Corporación Corserba también cuenta con un eje cultural y social en el que trabajan de la mano con otras comunas en talleres formativos. En imágenes, Luz Marina Aguilar junto a su hija Sandra. (Fotos: El Comercio)
La Corporación Corserba también cuenta con un eje cultural y social en el que trabajan de la mano con otras comunas en talleres formativos. En imágenes, Luz Marina Aguilar junto a su hija Sandra. (Fotos: El Comercio)

Para Vladimir Castaño, asesor de turismo de ProColombia, existen varios factores claves para entender el proceso de transformación de Medellín. El primero de ellos son los centros culturales. Estos espacios fueron creados en las distintas comunas para contribuir con el crecimiento social, cultural y deportivo de la ciudadanía. Sobre todo en aquellos barrios de bajo recursos donde las personas no cuentan con espacios similares para realizar actividades como leer un libro, acceder a una guardería o una cancha de fútbol.

Otro punto importante es el transporte. La ciudad de Medellín cuenta con el Metro Cable, un sistema de transporte que permite conectar diversas zonas de la ciudad y que se integra con otros servicios como el metro, bus o tranvía. Todo bajo un ticket a un mismo precio, lo que permite a las personas de zonas alejadas moverse con facilidad por la ciudad a bajo precio. Por último, según Castaño el arte y el deporte son aliados del cambio. “Tú le preguntas a un niño en Medellín qué quiere ser de grande y te dice futbolista o cantante de reguetón. Implementar canchas de fútbol en las comunas ha permitido abrirles esa posibilidad. Además, artistas colombianos tienen sus propias fundaciones donde crean los talentos del mañana”, comenta Castaño.

Comuna 13 y su transformación a través del arte

Vista panorámica de Comuna 13. (Foto: Cortesía del Bureau de Medellín y Medellin.travel).
Vista panorámica de Comuna 13. (Foto: Cortesía del Bureau de Medellín y Medellin.travel).
/ Raul Tobon / productoradeimagene

Moravia es una de las primeras pruebas del cambio en la ciudad pero no es la única. La famosa Comuna 13 esconde historias de resiliencia que vale la pena divulgar. San Javier más conocido como Comuna 13 se ubica al occidente de la ciudad y fue una de la zonas más golpeadas por la violencia y el narcotráfico por allá en los años noventa.

Lina Rivas Rua llegó a la zona cuando tenía veintidós años junto a su pequeño hijo. Su familia, como muchas otras, fue desplazada por la violencia luego que mataran a dos de sus hermanos. Uno tenía catorce años y el otro diecisiete. A Lina no le gusta hablar de aquello. Lo que sí relata con pasión es la transformación de su barrio. Cuando Lina llegó, Comuna 13 no era solo zona de sicarios o narcotráfico, también de conflicto armado. La guerrilla lideraba la zona y el gobierno no tenía autoridad. “Antes las personas no salían de sus casas y los niños no podían jugar en la calle. Cuando regresaba del trabajo, me acuerdo que corría a mi casa para evitar cruzarme con alguna balacera o alguna pelea. Todos vivíamos así, era terrible”, recuerda Lina, quien hoy es guía turística de la zona.

Luego de múltiples intervenciones militares y operaciones polémicas como la tan recordada Orion- que dejó cientos de muertos y desaparecidos en la zona- el gobierno retomó el poder de la Comuna 13. Pero no fue hasta la construcción de las escaleras eléctricas que la zona se convirtió en un símbolo de resiliencia a nivel mundial. “El punto de inflexión fue la construcción de una escaleras eléctricas en un barrio pobre y con una historia de tanto dolor como la nuestra. Las personas se interesaron y empezaron a venir a visitar. Ahí fue cuando nos pusimos las pilas. Como buenos paisas que somos, no podíamos dejar de emprender. Aparecieron los muralistas, los artistas, los guías turísticos, los bailarines...y convertimos a la Comuna 13 en lo que es hoy”, relata Lina.

El graffiti tour se ha convertido en una parada imperdible para los viajeros que llegan a la ciudad. (Foto: Cortesía del Bureau de Medellín y Medellin.travel).
El graffiti tour se ha convertido en una parada imperdible para los viajeros que llegan a la ciudad. (Foto: Cortesía del Bureau de Medellín y Medellin.travel).
/ Productora de Imágenes S.A.S.

Recorrer Comuna 13 es descubrir la historia de Medellín. Miles de personas de todas partes del mundo llegan a esta zona a realizar el famoso Graffiti Tour, un paseo por los murales más emblemáticos del barrio pintados por artistas de la zona. Cada mural cuenta una historia, un recuerdo, una herida. Además, en cada calle de la Comuna 13 se respira arte. Una coreografía de hip hop, un show de comedia, un concierto de rap o reguetón. En la ciudad de Karol G, Maluma, JBalvin; este género no podía faltar. Recorrer este barrio es otro infaltable si buscas visitar Medellín y conocer su historia, su gente, su alma. Aquí yace el alma de la ciudad, una donde el arte ha reemplazado a las balas.

Cómo viajar a Medellín desde Lima

Vuelo directo _  JetSMART, galardonada como la Mejor Aerolínea low cost de Sudamérica en los Skytrax World Airline Awards 2023, abrió una nueva ruta internacional directa entre Lima y Medellín, con cinco frecuencias a la semana, en noviembre pasado. Adquiere pasajes desde 250 dólares.

Visita Moravia_ Si quieres conocer Moravia, puedes contactar a Moraviva Tours, la línea turística de la Corporación Corserba. Recorrerás el barrio de la mano de Doña Luz Marina Aguilar. Reservas al moravivaexperiencias@gmail.com.

Visita Comuna 13_ Para llegar a Comuna 13 deberás bajar en la estación San Javier de la Línea B del Metro. Se recomienda recorrer el barrio con un local o una empresa de turismo de la zona. Puedes contactar a Lina Rivera a través de sus redes @caminandoporlatrece.