Un joven arquero festejaba el triunfo de su equipo en Portugal, cuando le avisaron que en las graderías se encontraba su abuela. Tras ver a la anciana, el guardameta rompió en llanto y tuvo que ser ayudado por sus compañeros para ponerse de pie y abrazar al ser querido que no veía hace cuatro años. (Fuente: América TV)
Un joven arquero festejaba el triunfo de su equipo en Portugal, cuando le avisaron que en las graderías se encontraba su abuela. Tras ver a la anciana, el guardameta rompió en llanto y tuvo que ser ayudado por sus compañeros para ponerse de pie y abrazar al ser querido que no veía hace cuatro años. (Fuente: América TV)