En una ribera del río Tuquesa se encuentra Bajo Chiquito, la primera aldea panameña a la que llegan cada día unos 3.000 migrantes en busca del “sueño americano”. La mayoría son venezolanos y muchos cruzan la inhóspita y peligrosa selva del Darién acompañados de niños. Pese a los peligros, aseguran que vale la pena correr el riesgo. (Fuente: AFP)