Fresh Kills, en Staten Island, fue el mayor vertedero a cielo abierto del mundo hasta que dejó de operar en marzo de 2001. Reabrió tras los atentados del 11 de septiembre, para recibir los escombros del World Trade Center. Veinte años después, el lugar es fuente de dolor para muchos familiares de las víctimas, que recuerdan que entre los escombros yacen restos humanos. (Fuente: AFP)