Marco Quilca León

Las pistas del distrito de La Victoria -cuadra 24 de prolongación Huánuco, para ser más exactos- fueron testigos de su idilio con el balón. Iqueño, hijo de un chofer interprovincial y una ama de casa, Hugo Alejandro Sotil Yerén fue nuestro Maradona en los años 70. Antes incluso que el propio Diego sea Maradona y conquiste el mundo con su metro 65 y su zurda de oro que calzaba 39. Hoy cumple un año de fallecido, y Sotil así lo recuerda.