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Redacción DT

Kenyi Peña Andrade

La última encuesta de El Comercio-Ipsos confirma el optimismo del hincha limeño: la gestión de Gareca cuenta con el 97% de aprobación, y el 85% confía en la clasificación a Rusia 2018.

Las luces de los flashes lucieron tenues aquel lunes 2 de marzo del 2015, día en que Ricardo Gareca fue presentado como técnico de la selección peruana en la Videna. Su nula experiencia en Eliminatorias, su reciente fracaso con el Palmeiras en Brasil –perdió 8 de 13 partidos– y no ser considerado un técnico A1, como muchos exigían, arrojaron un expectante y generoso 66% de aprobación para su designación como estratega de Perú en la encuesta de El Comercio-Ipsos de aquel momento. Más de dos años después, el salto del ‘Tigre’ ha llevado su nivel de aceptación hasta un espectacular 97%. Su índice de popularidad entre los limeños vuela por las nubes como también lo hace la ilusión del hincha peruano por llegar al Mundial de Rusia 2018.

Acá repasamos cinco grandes aciertos de Gareca para vencer el pesimismo y la desconfianza ‘made in Perú’ que hoy parece desaparecer de a poquitos. En estos puntos se explica su elevada aceptación.

(Foto: El Comercio)
(Foto: El Comercio)

—Resultados mandan—

El ‘Tigre’ recibió un Perú abonado en la cola de los últimos procesos eliminatorios, por lo que muchos pedían un salvador más que un técnico. El tercer puesto en la Copa América 2015 no fue motivo suficiente para creer en una posible clasificación a Rusia 2018, pues su antecesor Sergio Markarián también había logrado el podio en la edición Argentina 2011.

Sin embargo, lo que ha permitido el gran repunte de Gareca en las encuestas son los resultados luego de la Copa América Centenario 2016. Conseguimos dos triunfos inimaginables: históricas victorias en Asunción y Quito. Y sumamos una racha de tres triunfos consecutivos que nos colocó en el cuarto lugar, en zona de clasificación directa al Mundial.

Esas hazañas no las vivíamos desde que Perú estuvo cerca de Francia 98.

—Profesionalismo puro—

El primer objetivo del ex técnico de la ‘U’ era imponer autoridad en la anarquía de indisciplinas que se había vuelto la selección. Dejó de lado a jugadores que eran protagonistas de las portadas de los diarios de espectáculos, y elementos que alegaban su presencia solo por su jerarquía en Europa, la misma que no aparecía con la Blanquirroja. Eso sí, tuvo el acierto de hacer las paces con quienes sí mostraron un cambio radical, siendo el mejor ejemplo Jefferson Farfán.

Gareca estableció un cambio de roles: primero la selección, después las individualidades. Bajo esa premisa logró un compromiso absoluto con el equipo de todos. Sin excepciones.

—Recuperar el estilo—

“Confío en el talento del jugador peruano”, es la frase que ha repetido hasta la saciedad el argentino. Sin embargo, hay que ser sinceros. ¿Quién le creyó al principio? Perú ha vuelto a jugar de una forma en que los románticos pensaban que era una utopía: con la pelota al piso y priorizar los medios antes que el fin.

“Hay técnicos que debemos hacer lo mejor que podamos con los jugadores que tenemos”, dijo el uruguayo Markarián justificando su planteamiento conservador y pragmático tras perder ante Chile en la Copa América 2011. Gareca transformó a ese Perú en un cuadro ofensivo y protagonista. El ‘Tigre’ hizo magia.

—Todo en su lugar—

La verborrea y la demagogia fue marca registrada de los antecesores de Gareca. “No puedo hacer promesas”, dijo a su llegada. Y se mantuvo siempre en su línea. Jamás una palabra de más ni tampoco fuera de lugar. Su discurso sereno y centrado fue el ejemplo del perfil que también buscaba en sus jugadores.

Alguien se pregunta por qué las imitaciones que le hicieron en los programas cómicos no tuvieron llegada como la de los otros técnicos. El argentino es serio en su trabajo y la perspectiva es compartida por la gente.

A falta de dos jornadas en las Eliminatorias, el pueblo ha dado su veredicto a favor de Gareca. El ‘Tigre’ ha logrado unificar al país futbolero con resultados, trabajo y el respeto máximo por la camiseta de la selección. Los limeños lo han premiado en las encuestas.

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