A las 16:30 p.m. el avión conocido como ‘españoleto’ arribó al grupo aéreo N 8. La pareja real fue recibida por el entonces presidente Francisco Morales Bermúdez y su esposa Rosa Pedraglio; así como, el gabinete ministerial, el cuerpo diplomático y una gran cantidad de periodistas y reporteros gráficos.
Ese mismo día, Juan Carlos I y su esposa fueron declarados “huéspedes ilustres” y recibieron las llaves de la ciudad de manos del entonces burgomaestre general Enrique Falconí Mejía.
El 23 de noviembre el rey Juan Carlos I dejó ofrendas florares en el monumento de Francisco Pizarro y el Panteón de los Próceres, en el Centro de Lima, y de Manco Cápac en La Victoria. Por la tarde el rey Juan Carlos I y la Reina Sofía asistieron al Congreso donde la Asamblea Constituyente, presidida por Víctor Raúl Haya de la Torre, celebró una sesión extraordinaria.
Al día siguiente visitó la casona de San Marcos donde fue distinguido como Doctor Honoris Causa de la universidad decana de América. Además el coro San Fernando realizó una breve presentación.
El 25 los reyes de España llegaron al Cusco donde cumplieron una maratónica agenda a pesar de que ambos se vieron afectados por la altura. Entre bailes y música Juan Carlos I y Sofía partieron en helicóptero rumbo a Machu Picchu. Por espacio de 45 minutos recorrieron el templo principal de tres ventanas y el Intihuatana.
Su siguiente destino fue la fortaleza de Sacsayhuaman donde Juan Carlos I recibió la vara de mando, símbolo de poder de los antiguos varayoc. Tras admirar la destreza y colorido de los danzantes, los ilustres visitantes recorrieron la fortaleza. Además recibieron una gran cantidad de regalos.
Por la noche, en la catedral del Cusco, los reyes de España entregaron parte de las cenizas del Inca Garcilaso de la Vega. “Hemos venido a rendir en la figura eximia de Garcilaso, un homenaje profundo y sentido al mestizaje”, declaró el rey al iniciar su discurso. Describió al escritor como cronista sublime que con su estilo claro y sencillo, abre con broche de oro la aportación americana a la común historia de nuestras letras.
Los Reyes de España culminaron su visita en la ciudad de Arequipa donde fueron declarados huéspedes ilustres y recorrieron el Monasterio de Santa Catalina cuya severa clausura fue levantada para la ocasión.