Iwo Jima: a 75 años de la batalla más sangrienta de la Segunda Guerra

Foto: Agencia
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Karla Kennedy García

El 19 de febrero de 1945, el pueblo peruano vivía un ambiente electoral en que, en unos meses, se elegiría al próximo presidente de la República. Entre los candidatos destacaba como favorito José Luis Bustamante y Rivero. Sin embargo, los peruanos olvidaron esos devaneos presidenciales con una noticia clave en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, que vivía en sus últimas acciones bélicas: hace 75 años, cientos de tropas americanas desembarcaban en la isla del Pacífico de Iwo Jima (“Isla de Azufre”), entonces tomada aún por las fuerzas japoneses. Fue una de las batallas más sangrientas de esa cruenta guerra.

Dos estrategias a prueba

Iwo Jima era un punto estratégico de importancia para los ejércitos de Estados Unidos y Japón. La isla estaba dominada por el monte Subirachi, lugar donde los japoneses establecieron la última trinchera de resistencia al ataque estadounidense. La flota japonesa ya había sido derrotada un año antes (1944) en la batalla del Golfo de Leyte. Así se quedó sin capacidad ofensiva.

Frente a la superioridad americana, la defensa japonesa estuvo al mando del general Tadamichi Kuribayashi, quien contaría con unos 21 mil soldados en el campo, muy pocos, comparados con el ejército estadounidense con cerca de 25 mil hombres. La estrategia nipona fue conocida como “La caja de píldoras”, un sistema que consistía en la construcción de túneles conectados a lo largo de toda la isla, reforzados por múltiples trampas y edificaciones que permitían a los japoneses disparar y cambiar de posiciones.

Foto: Archivo Histórico El Comercio
Foto: Archivo Histórico El Comercio

La operación norteamericana estuvo a cargo del general Holland Smith y fue nombrada como “Detachment” (aislamiento), un bombardeo sistemático durante 10 días (solo se ordenaron 3), ocupando las playas de los marinos japoneses para buscar la toma del Suribachi, el punto más alto de la isla.

Iwo Jima desde El Comercio

“Desembarcaron en Iwo Jima fuerzas de infantería de marina de EE. UU.”, publicó a toda plana, en la edición de la tarde, El Comercio el 19 de febrero de 1945. Los americanos desembarcaron a tempranas horas, luego de tres días de bombardeo continuo a la isla. Cerca de 800 barcos habían tomado parte de las operaciones, a las que se unieron otras fuerzas americanas con bases áreas y terrestres.

Los primeros informes que llegaron a la redacción de The Asssociated Press relataban que la batalla sería una operación bastante dura. Los soldados americanos usaron lanzallamas para obligar a salir a los japoneses de las cuevas donde se escondían.

Foto: Archivo Histórico El Comercio
Foto: Archivo Histórico El Comercio

“La toma de Iwo Jima servirá para un doble propósito, tanto ofensivo como defensivo. Existen dos aeródromos en la isla y espacio para, por lo menos, uno más, y estos proporcionan bases para toda clase de categorías de unidades aéreas; y han sido estos campos de aviación los que han permitido a los japoneses efectuar ataques contra las bases norteamericanas”, escribió para El Comercio, DeWitt Mackenzie, un reconocido corresponsal de The Associated Press.

El primer día de ataque estadounidense, unas 332 unidades aéreas fueron destruidas y 177 terrestres, reportó Radio Tokio. Con el paso de los días, El Comercio informaba también sobre los sucesos bélicos y las considerables bajas. Apoyados por los tanques y las artillerías nuevamente desembarcados, los soldados americanos se abrieron paso a través del extremo sur de la isla y se apoderaron de un millar de metros en una playa de la costa occidental. “La isla de Iwo Jima ha sido dividida en dos por las fuerzas de Estados Unidos”, decía el Decano en su portada del 20 de febrero de 1945.

Tras cinco días de un reñido combate, el 23 de febrero las fuerzas estadounidenses rodearon el monte Suribachi, ubicado al sur de la isla, y empezaron a ascender. Al llegar a la cima del viejo volcán, a las 10 y 20 de la mañana, un grupo de soldados colocó una pequeña bandera americana en medio de los disparos y las bombas enemigas.

Foto: Archivo Histórico El Comercio
Foto: Archivo Histórico El Comercio

Horas después se izó una bandera un poco más grande; es allí cuando el fotógrafo de guerra Joe Rosenthal tomó una de las postales más reproducidas de la Segunda Guerra Mundial. La foto ganó el premio Pulitzer y se convirtió en un símbolo de victoria que el gobierno estadounidense explotó para mantener su participación en la guerra, una historia que se cuenta en detalle en la película de Clint Eastwood “Flags of Our Fathers” (2006).

El fin de la batalla

Sin embargo, la batalla por la conquista de la isla se alargó por más de un mes. La resistencia japonesa fue admirable. Los soldados japoneses, la noche del 25 de marzo de 1945, cuando todo estaba perdido, se lanzaron en un ataque suicida contra los estadounidenses por tratar de salvar su territorio. Este último intento se prolongó hasta el amanecer y terminó con la vida de casi todos los soldados japoneses.

Al día siguiente, los generales americanos declararon la isla de Iwo Jima bajo su total control. Hubo más de 24 mil bajas, de las cuales casi 5 mil fueron muertos en la última batalla, así como 19 mil heridos y más de 400 desaparecidos. Unos mil 400 heridos murieron en los días siguientes debido a sus graves heridas. De los japoneses, solo quedaron 216 prisioneros.

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