Ese mismo año la nave Apolo 8 concretó con éxito su misión: orbitar el satélite terrestre. El lanzamiento, realizado sin contratiempos el 21 de diciembre, puso en el espacio a los astronautas Frank Borman, James Lovel –quien participaría en la fallida misión del Apolo 13 en 1970- y William Anders.
Cuando el Apolo 8 se encontraba ya de regreso a la Tierra, El Comercio publicó las declaraciones del descendiente del gran escritor francés.
El nieto de Julio Verne declaró que su abuelo le había confiado especialmente el manuscrito del libro “De la Tierra a la Luna” porque estaba seguro de que vería realizarse las predicciones de la obra.
Jean Jules Verne, nieto del escritor, abogado y jubilado desde hace ocho años, declaró a la prensa: “Si hay un manuscrito de mi abuelo que quiero especialmente es sin duda el del libro “De la Tierra a la Luna”.
Antes de morir, mi abuelo me había dicho: “Guárdalo preciosamente, pues yo sé que tú verás a los hombres ir a la Luna y podrás juzgar la exactitud de mis imágenes”.
Hombre suave y discreto que escribió recientemente una continuación a la novela de su abuelo “Michel Strogoff”, el nieto del escritor siguió con pasión la experiencia del vuelo del “Apolo 8” ante su aparato de televisión, y por los diarios.
Después de saludar “a los tres cosmonautas y a todos quienes participaron en este vuelo prodigioso”, Jean Jules Verne habló con ternura de su abuelo. “Era –dijo- un poeta, pero sus sueños literarios revelaban una visión. Las grandes realizaciones de este fin de siglo XX –pienso en el batiscafo y en el “Nautilus”- prueban que era también, y sobre todo, un sorprendente médium”.
Como todos sabemos, el 20 de julio de 1969 el astronauta Neil Armstrong del “Apolo 11” fue el primer hombre en pisar la Luna.