Vivimos en una época marcada por la rapidez, la productividad y la obsesión por no quedar mal en un trabajo, dejando de lado el descanso o el ocio que una persona necesita tener. Esto produce, de manera consciente o inconsciente, un sometimiento ante estrés, la ansiedad o al burnout. Por la idea de que lo que hagamos nunca va a ser suficiente o las exigencias del entorno, podemos llegar a sentir culpa por descansar y tomar un respiro.
¿Por qué sentimos culpa por descansar?
Cuando decidimos tomar un descanso luego de tener un día cargado del trabajo, aparecen expresiones como “el tiempo es oro” o “debería empezar a hacer otra cosa”, pero lo único que esto produce es culpa por descansar, lo cual no debería suceder. Descansar es un momento en el que conectamos con nosotros mismos, nos tomamos un respiro y disfrutamos de actividades que nos gustan.
Esto sucede debido a que nuestro entorno siempre nos ha dicho que “el tiempo se debe aprovechar haciendo algo útil o productivo”. Cada día más personas son conscientes de que debemos siempre poner límites y reconocen las cosas que pueden no ser saludables para uno mismo.
Las consecuencias de sentir culpa
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó al estrés como una epidemia. Esto sucede porque la idea de estar permanentemente ocupados se convirtió en una conducta obsesiva, considerando que si no hacemos algo “útil”, todo el tiempo no somos productivos.
Además, podríamos llegar a sentir culpa por descansar debido a que tenemos una necesidad de compensar ese pago que nos dan por trabajar, incluso durante el tiempo libre.
Algunas personas no solo se exigen a un nivel irracional, sino que esperan que los demás también lo hagan. A esto se le suma que descansar se ha estandarizado a simplemente dormir en las noches, a pesar de que hay personas que se quedan hasta tarde realizando tareas o terminando los pendientes del trabajo.
Si es que no se pone un alto y comenzamos a interiorizar el daño que nos hace estar corriendo 100% todo el día, lleva a que podamos tener un estrés continuo y un sentimiento de infelicidad. Algunos estudios muestran que más de 70 % de las personas renuncian a socializar en físico porque prefieren estar haciendo algo “productivo”.
¿Cómo dejar de sentir culpa por descansar?
Descansar tiene muchos beneficios para la salud física, pero sobre todo para la salud mental. El querer cumplir con expectativas de otros nos hace olvidar de la importancia de tomarnos un tiempo, ya que los expertos señalan que es una condición que ayuda a la creatividad y se necesita para ser productivos.
- Hacer un alto: Hay que darnos la oportunidad de estar solos y de entrar en contacto con nosotros para así reconocer que necesitamos un descanso.
- Meditar: Meditar puede ser de gran ayuda para gestionar, entender nuestra respiración y nuestras emociones, dejarse llevar puede hacer que conectemos con nosotros mismos y entendamos la importancia de realizar cosas por uno mismo.
- Hacer actividad física: Hacer ejercicio hace que se segregue dopamina, la hormona del placer. Si comenzamos a ejercitarnos, naturalmente nos sentiremos más felices.
- Alejarse de las pantallas: Cuando termina nuestro horario laboral, es necesario alejarnos de las pantallas o lo que sea que implique una conexión con el trabajo o los quehaceres.
- Buscar ayuda: Si nada funciona, es buena idea buscar ayuda de un experto en psicología que pueda brindarnos un apoyo y ayudarnos a ver todo desde otra perspectiva.
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